ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Protocolo y etiqueta por Maira Álvarez

Trumpadas de protocolo

Maira Álvarez el

 

Donald Trump ya es oficialmente el nuevo presidente de los Estados Unidos. En este periódico ya habrán podido disfrutar de profundos análisis sobre su discurso, sus movimientos, sus estrategias y el desarrollo del acto de posesión que tuvo lugar ayer en Washington, por lo que no va a ser mi función ni repetirme ni aburrirles.

Es sábado, tenemos resaca “post”… y lo que nos queda, así que vamos a analizar unas fotos. En cualquier evento, todo comunica y más en actos de estas magnitudes. Cómo se colocan los invitados, su orden de salida, el color de la moqueta, las banderas desplegadas, la etiqueta de los actores principales, las fotos finales… La toma de posesión que vimos estuvo llena de matices milimétricamente preparados y estudiados desde hace meses. Pero siempre, en la parte humana, es donde encontramos la diversión: en la cara de aburrimiento del hijo de Trump, en la de desconcierto de Michelle, en la forzada rigidez de Melania….

Veamos algunos ejemplos

 

Las banderas

Mientras Donald Trump juraba como el cuadragésimo quinto presidente americano, pudimos ver cinco banderas ondeando en la cara oeste del Capitolio. En el centro, como número uno y más importante, ondeaba la bandera de los Estados Unidos. A ambos lados se pudo ver la enseña con trece estrellas que representan a las colonias americanas originales, entre las que se incluye Nueva York (estado del que proviene Trump).

En los extremos ondearon las conocidas como “Banderas Betsy Ross”, surgidas a principios de 1790. Según la leyenda, Betsy recibió un día la visita de George Washington, George Ross y Robert Morris, los tres miembros del Congreso Continental. Betsy zurció la bandera con las trece estrellas de cinco puntas según un diseño hecho a lápiz que le enseñó el propio Washington. Esa bandera ondeó el 8 de junio de 1776 cuando se leyó la Declaración de Independencia en el Independence Hall.

 

Nadie viste a Melania

Eso se comentaba: ninguna marca quería vestir a la nueva Primera Dama. Finalmente fue Ralph Lauren el encargado de crear el look lady de Melania Trump. La ex modelo vistió un traje con falda tubo y una torera wrap muy favorecedor que destacaba su preciosa silueta. Las comparaciones con Jackie Kennedy no tardaron en llegar. Sin embargo, para un acto en enero, el azul bebé no era el color apropiado. Ni el ir sin medias .

Resulta paradójico que la misma marca fuese la encargada de vestir a Hillary Clinton (luego hablamos nosotros de Felipe Varela).

 

Regalos inesperados

Me encanta la naturalidad de Michelle Obama, y ciertamente la vamos a echar de menos. Ha bailado, la hemos visto hacer gimnasia, llorar, reír y echar la bronca. Transmite naturalidad y cercanía. Ayer, todo el mundo se dio cuenta de su desconcierto cuando recibió la cajita con el regalo (supuestamente de Tiffany´s) que le entregó Melania. ¿Dónde estaban los auxiliares para recoger la caja?. Era un gesto que se podía esperar, cuando ella misma obsequió con un bolígrafo y una agenda a Laura Bush ocho años antes. Tuvo que ser el todavía presidente Barack Obama el que recogiese el regalo y entrase por breves segundos en la Casa Blanca para dejarlo.

Por cierto: vean el vídeo del saludo. Melania extiende su mano a Michelle y ésta le planta dos besos. Querida Mrs Obama, por tantos motivos, la vamos a echar de menos.

 

Sonríe, que algo queda

Miren la siguiente foto. La seriedad en el rostro de Melania chirría aún más que los brazos al descubierto (por el frío) de Michelle. Miren sin embargo la sonrisa tan franca de la ex primera dama, aunque la procesión fuese por dentro. Hay sonrisas forzadas, sonrisas “para la foto”, sonrisas falsas y sonrisas de triunfo. Quizá Melania sea de la misma opinión que Victoria Posh Beckham, que piensa que sonreír le hace fea. O quizá pensaba que así ganaba autoridad. Todo lo contrario: parece fría y distante. Nadie va a olvidar su pasado ni sus posados porque ahora se muestre altiva.

 

Corbatas al viento

Donald Trump va a dar mucho juego en cuanto a etiqueta se refiere: es un hombre desastroso. O quizá no, porque siempre comete los mismos errores que rozan ya el aburrimiento. Imagino que ni su equipo de imagen le habrá podido convencer que era más elegante que se abrochase la chaqueta. No solo iba con un abrigo y la chaqueta totalmente escondida, sino que su corbata era terrible. Roja, lisa, agresiva, como si siguiese en campaña. La pala era larguísima: estoy convencida que si se sentó sin cuidado, se la habrá pillado entre las piernas. La siguiente foto, también es para el recuerdo. La elegancia, está claro, no la da el dinero.

 

Simbolismo en la Biblia

Donald Trump juró su cargo sobre dos biblias sujetadas por su mujer. La primera, la que usó Abraham Lincoln en su primera toma de posesión (también usada por Obama) y la segunda, la que le regaló su madre cuando acabó la escuela en 1955.

Getty Images

 

Duelo de reinas

Ivanka Trump, hija del multimillonario magnate, intentó estar en un segundo plano durante la investidura de su padre. Sin embargo, en el baile de Gala que se celebró por la noche, eclipsó totalmente a su madrastra con un impresionante vestido de Carolina Herrera de color champán, digno de una princesa Disney. El duelo estilístico Melania – Ivanka no ha hecho más que empezar. Frotémonos las manos.

 

Quédense con el amor

El amor verdadero entre un matrimonio existe, y el respeto y la admiración mutua también. Cuando las fotografías hablan, sobran las palabras.

 

 

 

 

 

Sin categoría

Tags

Maira Álvarez el

Entradas más recientes