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¿Por qué somos tan maleducados cuando viajamos en metro?

Maira Álvarez el

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

He viajado en metro esa semana. Bueno, yo, Carmena, y  los dos millones de personas que se calcula que utilizan este medio de transporte todos los días en la ciudad de Madrid.

De las línas metropolitanas de España podríamos decir muchas cosas: su rapidez, comodidad, los parones que hay en mitad de los túneles sin ninguna explicación, las escaleras mecánicas que no funcionan…

Pero no. Muchas veces, son los pasajeros lo que convierten un simple trayecto en una pesadilla. ¿Por qué somos tan maleducados cuando viajamos en el metro? ¿Os habéis dado cuenta?

En París han creado un “Manual de las buenas maneras para viajar en el metro”. Instaron a los propios ciudadanos a aportar ideas y críticas, y actualmente este folleto tiene más de dos mil sugerencias.

En Japón, país de rígidas costumbres, hay auténticos manuales de las cosas prohíbidas o mal vistas cuando se viaja bajo tierra. Una de las últimas campañas para concienciar a la población se llama “Hazlo en tu casa”, e incluye consejos tan variopintos como “no te duermas encima del hombro del vecino” o “maquíllate en casa”.

Web Japonismo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta entrada está escrita en un tono ligero, con fotos graciosas, y parecerá que digo obviedades, pero por desgracia, seguro que me quedo corta y a vosotros se os ocurren nuevos consejos. El problema principal de viajar en metro es que te encuentras rodeado de desconocidos que invaden tu espacio vital, y a los que no te queda más remedio que soportar. Así que, ya que es por un bien común, respetemos la siguientes normas de civismo y educación.

1. No bloquees las escaleras mecánicas. En las escaleras, se coloca uno en fila, en el lado derecho. Si llevas maletas, ponlos delante tuyo, no a tu lado, que esto no es el parchís y nadie juega a “hacer barrera”. Y por favor, si te piden paso, no mires a la gente con cara de perdonarle la vida: la culpa es tuya por ir mal situado.

2. No hay que dar empujones. Por mucha prisa que se lleve, cada persona se mueve a su ritmo (tú puedes ir tarde, pero hay gente que estará haciendo turismo y no tiene porqué soportar tus malas caras y golpes)

3. Es una falta de educación pararse a hablar en las zonas de acceso, al inicio de las escaleras mecánicas o en los tornos de la entrada. Te pueden llegar a multar.

Dormir en el metro, nivel pro

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

4. En el andén, hay que esperar detrás de la línea amarilla. Y no empujar. Se pueden tener disgustos muy serios.

5. Si no llegas a tomar el tren, resígnate. No te abalances sobre la gente como un descosido, ni metas medio cuerpo con el afán de que el conductor abra las puertas.

En este caso, “hazlo en la playa”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

6. Una regla básica: deja salir antes de entrar al vagón. Hay que facilitar la fluida circulación de los pasajeros. Obstinarte en quedarte en el medio de las puertas hará que te miren con muy mala cara.

Blog Deploreibol

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

7. Si llevas objetos grandes (mochilas, maletas..) pégalas a ti, no las dejes en mitad del pasillo para que la gente tropiece.

 

8. Recuerda que estás en un transporte público, no en tu casa. No hay que cantar, gritar, o hablar por el móvil con un volumen excesivo. Esto se extiende a la música que vayas escuchando: a lo mejor el señor que tienes al lado no está interesado en aprenderse la letra del último disco de Alborán (por raro que te parezca).

 

9. No hay que comer en el metro, es una práctica de mala eduación. Es un recurso fácil, sobre todo si tienes poco tiempo, pero la gente que te rodea no tiene porqué ir oyendo como muerdes una manzana, sorbes con una pajita, oliendo tu hamburguesa o peor aún, rezando para que en la próxima curva no le pringues con salsa.

Una cosa es comer, pero esto…

 

 

 

 

 

 

 

10. Cede el asiento. En todos los vagones hay asientos reservados, y en todos los trayectos se ve a la gente haciéndose los locos para no levantarse. Estos asientos no recomiendan, sino que obligan a los viajeros. Y aunque no vayas en un asiento especial, es una cuestión de civismo. Hay gente escayolada, que camina con dificultad, embarazadas… no está mal tener empatía con nuestros vecinos. Según un reciente estudio, sólo el 20 por ciento de los pasajeros del metro de Londres reconoció ceder su plaza a personas con problemas de movilidad o embarazadas.

En Tailandia, los monjes y los niños también ocupan un lugar preferente

 

 

 

 

 

 

 

 

11. En los días de lluvia, ten cuidado al manejar los paraguas (ciérralos, no mojes a la gente, intenta no golpear a nadie…)

 

12. Atención estudiantes y Pablo Iglesias: al entrar al metro, quitáos la mochila de los hombros y ponedla en el suelo, así no molestará ni ocupará tanto espacio.

 

13. No os sentéis con las piernas abiertas ocupando más espacio del necesario.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

14. Mantened un mínimo de higiene y de decoro en el vestir. Es horrible viajar con personas semidesnudas y sudorosas. Y por cierto, eso de que hay desodorantes que duran 24 horas no es excusa: agua y jabón, por favor.

 

 

 

 

 

 

 

 

Feliz fin de semana

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