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Protocolo social: los regalos

Maira Álvarez el
Regala para agradar

 

 

 

 

Llegó el viernes y a lo mejor tienes alguna cena este fin de semana. Cuando te invitan a casa de alguien siempre surge la misma duda ¿Llevo algo de regalo? En principio, no es obligatorio llevar nada pero, si no se tiene demasiada confianza con el anfitrión, es un detalle bastante oportuno.

 

 

Regalar es todo un arte. El escritor español Carlos Ruiz Zafón dijo en una ocasión: “los regalos se hacen por gusto del que regala, no por mérito del que recibe”.  Dar un obsequio a una persona es una forma muy elegante de agradecer la gentileza de una invitación, pero nunca debe ser una muestra de ostentación o superioridad. La idea es llevar  un pequeño detalle como unas flores o algún chocolate, no de hacer alarde de nuestra economía.

Por este mismo motivo, nunca debe decirse el precio del regalo, ni siquiera insinuarlo. Tampoco hay que alabarlo en exceso, resaltando sus virtudes o calidad.  

Si quieres regalar alguna prenda de ropa, no hay que obligar  al anfitrión o anfitriona que se lo pruebe en el momento: puede que no le guste, o que le incomode hacer de modelo en público.

Se dice que “los pequeños regalos mantienen las grandes amistades”. En el caso de que sea una cena informal, un picoteo, o si los anfitriones son amigos, puedes preguntarles directamente si quieren que aportes algo al menú para poder degustar todos juntos. Un regalo para los niños de la casa siempre será bien recibido, tanto por los grandes como por los pequeños. Si es un juguete que necesite pilas, cómpralas. Y si no hace un ruido tremendo, mucho mejor (experiencia de madre sufridora).

Si hay que acudir a casa de alguien con quien no hay mucha confianza, o es una cena de compromiso (cena de trabajo, con un jefe…), según dicen las normas del protocolo social, hay que evitar llevar detalles personales o una bebida o regalo gastronómico comprado a la ligera, y ahora veremos el porqué.

El regalo se tiene que entregar en el recibidor en el momento del saludo, antes de pasar al comedor con el resto de los invitados.

¿Y entonces, qué regalo?

 

Plantas. Si no conoces al anfitrión, no regales flores (puede ser alérgico él o alguien de su familia). Intenta evitar los mini cactus, o los tiestos gigantes que no hay dónde colocarlos. Acompaña el regalo de una nota en la que expreses tu agradecimiento.

 

Un libro. Si conoces los gustos de tu anfitrión, es un regalo que siempre será bien recibido: de fotografía, cine, cocina….

 

Bebida. No es muy recomendable aparecer con la consabida botella de vino. El anfitrión seguramente tenga decidido los caldos que va a servir en el menú, y se puede sentir en el compromiso de tener que abrir tu vino. Por este motivo, no tienes ningún derecho a molestarte si ves que tu botella no es servida en toda la velada. O, como decía antes, si no se conoce bien al anfitrión, puede que éste sea abstemio y tu regalo sea visto con rechazo.

Lo mejor es comprar un buen licor, con solera y una bonita botella. Los licores siempre se pueden servir después de la comida, y nunca desentonan. Una botella de cava que acompañe a los postres es otra alternativa.

 

Unos dulces suelen ser bien recibidos. Siempre deben ser piezas pequeñas, como unos bombones, macarons o unas trufas que puedan servirse acompañando al café. Nunca regales pasteles o tartas, ya que el anfitrión habrá preparado por su cuenta el postre, y le obligarás a que saque el tuyo y tenga que dejar el suyo en el frigorífico. ( ¿Y si fuese diabético? En las cenas de compromiso hay que andar con mil ojos).

 

Hay otro detalle que no se puede descuidar, y es la forma de presentar el regalo. “Vestir” un obsequio de forma elegante le da más importancia, no sólo por lo que contiene sino porque demuestra interés por parte de quien lo hace.

Y ya para terminar, me permito dar un consejo: ten cuidado si quieres ser original, hay veces en que es mejor ir a tiro fijo. Hace poco ofrecí una cena en mi casa donde una pareja se presentó con un juego de TOALLAS bordadas y con puntillitas incluidas. Creo que no pude disimular mi cara de desconcierto. Sobra decir que las tengo escondidas en el fondo de un armario….

Feliz fin de semana!!

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