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Topalov y Vallejo critican en León la falta de lucha en el Mundial de Ajedrez

Federico Marín Bellón el

El Ciudad de León empieza hoy (al igual que el Memorial Tal, otra gran cita del calendario ajedrecístico) con una promesa: Veselin Topalov y Paco Vallejo no han venido a hacer turismo. Se cumple el 25 aniversario del torneo y se precisan dos gladiadores. El búlgaro y el menorquín, siempre comprometidos con el espectáculo, criticaron durante la presentación de su duelo en León lo ocurrido en el Mundial celebrado en Moscú, donde Anand retuvo su título frente a Gelfand después de una sucesión de empates. «Fue lamentable», sentenció Topalov.

Veselin Topalov, uno de los grandes luchadores de nuestro tiempo sobre el tablero

Topalov y Vallejo, que jugarán seis partidas, coincidieron en casi todo: «El Ciudad de León ha marcado el ajedrez profesional durante los últimos 25 años», dijeron. «Nunca olvidaré mi trepidante duelo con Kasparov en la edición del 98», rememoró el excampeón mundial. «Los dos jugamos con ayuda de computadoras durante las partidas, lo que suponía una revolución del ajedrez en ese momento, la suma del ser humano y la máquina. Fue un gran éxito».

Vallejo aseguró que empezó a jugar al ajedrez con cinco años, «hace 24», por lo que cuando empezó el Ciudad de León ni siquiera conocía el juego. Ha crecido en paralelo al torneo, que siempre ejerció en él una gran influencia: «El escenario con pantallas gigantes, comentaristas para los auriculares del público y en directo por internet, muchas actividades paralelas, especial atención a los jóvenes talentos… todo eso ha marcado tendencia. Ahora hay muchos torneos importantes que siguen esas pautas, en las que León fue uno de los pioneros».

Paco Vallejo, el año pasado en el torneo de Gibraltar

Sobre los empates en el Mundial, Topalov sostuvo que «la FIDE sabe muy bien cómo puede obligar a los jugadores a luchar más, pero no se atreve a aplicarlo». «Además, debe acelerarse el ritmo de juego», añadió. Topalov también dejó un consejo: «El mejor estado mental es el que te permite pensar todo el rato cuál es la mejor jugada en esa posición, sin prestar atención a nada más, ni siquiera a las ofertas de tablas de tu rival».

«El problema principal es que la preparación de las aperturas ha alcanzado un peso excesivo», opinó Vallejo. Tener una memoria de elefante para hacer 20 o 25 jugadas preparadas en casa se está convirtiendo en la principal virtud de los ajedrecistas. Eso no debe ser así. Hay que estudiar si el ajedrez960», que consiste en sortear la posición de la primera fila de las piezas inmediatamente antes de cada partida, «u otras modalidades similares pudieran ser la solución».

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