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Kasparov sufre su primera derrota y baja a la tierra

Kasparov sufre su primera derrota y baja a la tierra
Federico Marín Bellón el

Ian Nepomniachtchi no es uno de los ajedrecistas más conocidos. Su apellido no ayuda, pero tiene un estilo atractivo y es una persona encantadora. Nepo se convirtió ayer en el villano del año al bajar a la tierra a Garry Kasparov, quien sufrió su primera derrota en partida oficial desde hace más de una década, los doce años que lleva sin disputar partidas que no sean de exhibición. Un espectacular golpe táctico de su compatriota, que tiene la mitad de años que él, lo despertó de forma cruel. 

Nepo rompió las ilusiones de miles de aficionados al derrotar a Kasparov. Foto: Spectrum Studios
Si la primera jornada terminó en San Luis con sabor a victoria (Garry no había perdido ninguna partida), la segunda, con solo medio punto menos, le supone llegar a la recta final sin apuntarse ninguna victoria. La diferencia, en realidad mínima, parece abismal. Pese a todo, el viejo ogro siguió demostrando un gran nivel, sobre todo en las aperturas, donde sigue siendo una roca. Vishy Anand, que hizo tablas con su viejo amigo en la última partida del día, comentó después de su reencuentro que después del duelo charlaron «como dos veteranos de la Primera Guerra Mundial». Se pasó una guerra, pero la frase estaba cargada de significado.

Nepo encontró la brillante jugada ganadora: Te3
El mayor problema para Kasparov volvió a ser el tiempo. Su agresividad es la de siempre y su preparación parece ejemplar, pero el procesador sencillamente le funciona a menos megahercios que a sus jóvenes rivales, quizá con la excepción de Anand. A eso se suma la inseguridad, propia de un jugador retirado. En las seis partidas disputadas, Garry se quedó igual o mejor después de los primeros movimientos, pero luego tuvo que lidiar con los apuros del reloj. Las partidas rápidas tienen la ventaja para él de que le producen menos fatiga, pero a la vez suponen un enorme contratiempo: el tiempo vuela.

Su duelo contra Levon Aronian, un artista en forma y un serio aspirante a convertirse en campeón del mundo, fue paradigmática. Llegó a un final diabólico de caballos con peón de más, quizá ganador, pero demasiado difícil de convertir en un punto entero con unos pocos segundos por jugada.

Un clásico resucitado. Anand ha jugado más veces contra Kasparov que el resto de participantes en San Luis juntos. Foto: Lennart Ootes
Para los que piensan que la actuación del mito fue poco convincente en la primera jornada, él mismo se encargó de explicar en Twitter que se sentía «extrañamente feliz» después de hacer tres tablas seguidas. «Conseguí mi objetivo de sobrevivir a los nervios del primer día y espero presionar más duro mañana», dijo. Lo intentó, pero los grandes maestros de esta era, por mucho que se discuta a veces su carisma o su coraje, están mucho mejor preparados que los ajedrecistas de hace un par de décadas.

Corrijo la clasificación final, que había publicado mal:

Después de seis rondas, el líder es Nepomniachtchi, con cuatro puntos. Con tres y medio figuran Caruana, Aronian, Nakamura y Le Quang Liem. Sexto es Domínguez, con tres puntos. Kasparov, Anand y Karjakin (trío de ases) tienen dos puntos y medio. Cierra la clasificación Navara, con 1,5 puntos.

Ajedrez

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