Actores como Leonardo DiCaprio, Matt Damon, Ben Affleck y Tobey Maguire están expuestos al contenido de las memorias de Molly Bloom, conocida (no hace falta leer a James Joyce) como «la princesa del póquer». Bloom organizaba partidas de alto standing que sólo podían permitirse estrellas de Hollywood y del deporte, entre otros multimillonarios. Se dice que para empezar a jugar había que pagar un mínimo de 100.000 dólares. El FBI desmanteló en abril una mafia rusa de apuestas y partidas ilegales en la que estaba implicada la «madame del poker», otro de sus apodos, que ahora está a punto de publicar (¿todos?) sus secretos.
Bloom, de 33 años, presenció en primera fila aquellas partidas, que además organizaba, y podría aportar toda clase de información sobre sus distinguidos clientes. Se rumorea, por ejemplo, que Matt Damon perdió 25.000 dólares en una sola sesión y que en la mansión de Maguire en Los Ángeles se celebraban algunos de estos encuentros. Otro de los locales utilizados con más frecuencia era el club The Viper Rooms, del actor Johnny Depp.
Aunque el FBI acabó con la organización en abril de este año, el secreto de los actores más aficionados al póquer se desveló en 2011, cuando la policía detuvo a Bradley Ruderman, que llegó a organizar un esquema Ponzi con el que estafó a sus clientes para recuperar el dinero perdido en el juego. Para evitar problemas, Tobey Maguire llegó a devolver 80.000 dólares, aunque él no había engañado a nadie, salvo algún que otro farol, para hacerse con aquel dinero. En todo caso, fue el principio del fin para Bloom, que se agarra ahora a su libro una vez perdida su principal modo de vida.
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