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Blogs Jugar con Cabeza por Federico Marín Bellón

Cómo cambié mi vida por el poker

Federico Marín Bellón el

«Yo era comercial para una conocida marca, me dedicaba a vender calefacciones puerta por puerta…». José Miguel Espinar, colaborador de lujo de «Jugar con cabeza», escribe una entrada muy personal y recuerda sus orígenes como profesional del póquer, sus temores y sus primeros triunfos.

Hoy en día, y pese al aumento de popularidad que está teniendo el poker, mucha gente sigue pensando que el jugador de poker profesional responde a un perfil muy concreto y poco habitual. La realidad es muy diferente, pues cada vez gente más diversa comienza a practicar este juego.

Mi caso en particular fue bastante curioso. Yo era comercial para una conocida marca, me dedicaba a vender calefacciones puerta por puerta y mi día a día no era demasiado distinto al de la mayoría de la gente. Tenía un grupo de amigos que llevaban unos meses dedicándose a jugar al poker de manera profesional y conocía un poco como era ese mundo. Poco a poco fui tanteando, probando a jugar e intentando aprender cómo funcionaba el juego.

Un buen día, gracias a Raúl Mestre, me ofrecieron la posibilidad de formar parte de un equipo de poker patrocinado por una conocida sala. Esta oportunidad implicaba viajar por el mundo jugando torneos y esto atraería a cualquiera. La parte mala era que tenía que generar muchas manos para dicha sala ayudando así a aumentar su tráfico.

Raúl Mestre, en las Bahamas, flanqueado por José Miguel Espinar y Diego Pérez, otro de sus alumnos

Este empujón fue el que me hizo dejarlo todo para jugar a poker de forma profesional. En quince días dejé mi trabajo y me puse a aprender como un loco qué estrategia debía utilizar y cuál era la mejor forma de jugar. Tres semanas después estaba en mi primer torneo en vivo.

Puedo deciros que en ese momento no tenía mucha idea de cómo jugar, pero mis compañeros habían desarrollado una estrategia muy poco utilizada hasta ese momento y con unas directrices muy básicas conseguí quedar en muy buena posición. La confianza que me dio esta victoria me ayudó a superar el pequeño resquemor que aún tenía por dejar mi empleo y me volqué en jugar al máximo a poker.

Desde entonces hasta hoy he podido hacer del poker mi forma de vida. No tengo ninguna cualidad excepcional y creo que el secreto para ser un buen jugador es esforzarse por aprender y mejorar constantemente tu juego. Ya seas jugador profesional o casual, dedicar tiempo a corregir tus errores es algo básico y cualquiera que decida pasar parte de su tiempo jugando al poker debería tener esto muy en cuenta.

Actualmente, gracias a ese esfuerzo he logrado muchas cosas. Una de las que más orgulloso me siento es la de entrar a formar parte de EducaPoker, una escuela de poker online, allí ejerzo como profesor y ayudo a otros jugadores a ganarse la vida.

Hoy en día es más difícil progresar, ya que el mundo del poker ha evolucionado y el nivel es superior. Nunca recomendaría a nadie dejar su trabajo por el poker si no está muy seguro de ello. Por otra parte, sí veo el juego como un entretenimiento que puede llegar a ser lucrativo y divertido, siempre que se oriente de la forma correcta.

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Federico Marín Bellón el

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