Nunca sé si estas noticias son pésimas, por lo que cualquiera puede deducir de ellas, o una magnífica señal, porque significa que a los tramposos los acaban pillando siempre (y cuando no, como no lo sabemos…). Después del caso del alemán alemán Ali Tekintamgac, descalificado de la mesa final del torneo Partouche Poker Tour, en Francia, en Poker News cuentan que en un casino de Holanda, Kadir Karabulut fue expulsado por utilizar prácticas similares de juego sucio.
Mucho ojito si alguno se encuentra con este tipo. Foto: Poker Red
La técnica empleada no es muy sofisticada. Basta con tener varios compinches que se hagan pasar por fotógrafos o periodistas y que indiquen por señas las jugadas de los rivales. Lo más llamativo del caso es que Karabulut (hay que tener cara) fue uno de los acusados cuando pillaron a Tekintamgac. Para mí que esta gente se conoce en algún club de apellidos estrambóticos.
Dice la web que el jugador profesional Pieter de Korver fue quien advirtió que Karabulut entablaba contacto visual y gestual con un fotógrafo que a su vez no paraba de dar vueltas alrededor de la mesa. De Korver llamó al director del torneo y se armó la marimorena (ya sé que con esta expresión me pongo años). Los treinta supervivientes del torneo detuvieron la competición y forzaron al director a descalificar al sospechoso.
En efecto, Karabulut fue expulsado, así como sus ayudantes. Al final, un portavoz del casino, Mark Woldberg, aseguró que esas personas no podrían entrar más en el local (sorprende que no estuvieran ya fichadas, dados los antecedentes) y dijo que las fichas del jugador descalificado habían sido retiradas. Las peores consecuencias, sin embargo, serán para los periodistas y blogueros honrados, que todavía quedan. Woldberg añadió que en el futuro serían más estrictos con ellos.
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