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Kasparov reaparece como un huracán y destroza a Short

Kasparov reaparece como un huracán y destroza a Short
Federico Marín Bellón el

Garry Kasparov ha vuelto, aunque sea durante un suspiro, para destrozar a Nigel Short, su rival en el Mundial de 1993. El británico, que sigue envuelto en la polémica por su famoso artículo sobre ajedrez y mujeres, recibió una paliza histórica: el resultado final fue 8,5-1,5, con cinco victorias consecutivas del ruso, que se mostró despiadado en la segunda jornada de juego. La llamada «batalla de las leyendas» se ha disputado en San Luis, capital de ajedrez en Estados Unidos, en un duelo a diez partidas: dos semirrápidas (25 minutos más diez segundos de incremento por jugada) y otras dos rápidas (5 minutos + 3 segundos). En la primera mitad, el ex campeón mundial ya mandaba por 3,5 a 1,5, pero lo ocurrido en la segunda ha sido incluso humillante. El mate final, con el rey de Short en el centro del tablero, es fiel reflejo de lo ocurrido. El ajedrez veloz que se ha visto en San Luis ha sido «fast & furious», como el mito anunció. Quizá lo próximo sea la película, por una vez sin coches. (Entrada actualizada).

Garry Kasparov y Nigel Short disputaron el Mundial de 1993, al margen de la FIDE

Kasparov es algo mayor que Short (52 años recién cumplidos frente a casi 50) y además está retirado desde 2005, al contrario que el británico, que ocupa el puesto 64 de la clasificación mundial. Pese a todo, el ogro de Bakú ha demostrado que todavía es una fuerza desatada de la naturaleza. Dominó el marcador con facilidad e incluso dejó escapar alguna victoria más el primer día. Después de ceder unas tablas en la primera, en la que tuvo gran ventaja, bromeó en Twitter y escribió que que si hubiera visto la jugada ganadora, debería estar jugando el Memorial Gashimov, contra Carlsen, Caruana y compañía, y no en San Luis. Visto el resultado final, quizá ahora se lo piense.

Desde 1995, cuando colgó los trebejos, Kasparov solo había reaparecido en tres ocasiones (no cuentan las simultáneas y encuentros ante aficionados). Siempre que vuelve deja la sensación de que todavía tiene mucho que aportar y que podría mantenerse entre los mejores, aunque ya no esté al nivel de los mejores. Es una pena que el ajedrez haya perdido a un gran maestro de su categoría. Antes de San Luis, lo habíamos visto en torneo de exhibición contra Karpov, Korchnoi y Judit Polgar en 2006, en Zúrich, en su duelo contra Anatoly Karpov de 2005 en Moscú y en otro enfrentamiento ante Short hace cuatro años, en Bélgica.

En una entrevista con For ther Win previa a sus partidas con Short, el ruso cuenta que dejó el ajedrez a los 41 años porque sentía que ya había hecho más de lo que nunca soñó. «Podría haber jugado más y ganado más torneos y seguido en lo alto durante algún tiempo, pero ya no tenía las mismas ganas de esforzarme para adentrarme en aguas desconocidas», confiesa. En la conversación, Kasparov se muestra optimista ante el futuro del ajedrez en Estados Unidos y cita la figura de Sam Sevian, el gran maestro más joven de la historia, que ahora tiene 14 años y un futuro impresionante.

Kasparov también explicó que sigue jugando con regularidad (eso quedó demostrado). «Pueden ser 30 minutos o una hora al día, aunque no todos. Cuando tengo tiempo, salto a internet. Siento la necesidad de mantenerme en forma, no para competir, pero es algo que llevas en la sangre». Al mismo tiempo, Garry cuenta que siempre sigue las grandes partidas y que trata de estar preparado por si tuviera que jugar de nuevo. Contra Short, sabe que son partidas amistosas, pero quiere «estar seguro de no hacer el ridículo con movimientos terribles».

Veamos la cuarta partida, en la que Kasparov demuestra que mantiene su dinamismo en el juego de ataque.

Y aquí podemos ver la posición final de la última partida, que lo dice todo.

Posición final de la última partida, con un mate asesino en el centro del tablero. La imagen corresponde a la retransmisión en directo realizada por Chess24.com

Después de la última partida, Short reconoció que Kasparov había jugado muy bien, lamentó su falta de energía en las últimas partidas y puso como excusa (siempre hay alguna) que  había podido dormir. En sus palabras había un tono de decepción general.

Kasparov, por su parte, seguía en un estado de agitación mental justo después de la última partida y no paraba de explicar variantes, satisfecho por el juego desplegado. Su entrevistador, Maurice Ashley, seguía asombrado por las siete victorias consecutivas que había logrado. Garry, por su parte, estaba más preocupado por la única que había perdido, debido a que olvidó pulsar su reloj. Y aunque terminó entablando la primera partida, aseguró que en ese momento se dio cuenta de que podía jugar bien. «Me dio confianza. Esto ha pasado por la falta de práctica, pero es una buena señal».

¿Podremos ver un duelo Carlsen-Kasparov? «Definitivamente no. Estos días son de Carlsen, Caruana, Aronian…», aseguró entre risas el que para muchos es el mejor jugador de la historia.

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