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¿Está Magnus Carlsen en crisis?

¿Está Magnus Carlsen en crisis?
Federico Marín Bellón el

Magnus Carlsen, campeón del mundo de ajedrez, no atraviesa su mejor momento. Se mantiene como indiscutible número uno, por delante de Anand y Topalov, aunque en la clasificación virtual ya es segundo Hikaru Nakamura. En la Copa Sinquefield, Carlsen ha terminado con un punto menos que Aronian, en un cuádruple empate con otros tres jugadores y después de perder dos dolorosas partidas, ante Topalov (esta vez con justicia) y Grischuk, en una lucha que duró más de seis horas. Él mismo ha admitido que «perder tantas partidas con blancas es ridículo». Aún recordaba su séptimo puesto en Noruega, el pasado mes de junio, una pesadilla que se completó con nada menos que cuatro derrotas en nueve partidas, el peor resultado de su carrera.

Aronian sonríe ante Topalov tras proclamarse campeón en San Luis. Fotos: Sinquefield Cup

La mejor noticia del torneo de San Luis (Estados Unidos) fue la victoria del armenio Levon Aronian, con un punto de ventaja sobre sus seguidores, después de demasiados meses de crisis y de abandonar incluso el top-10, al que vuelve a encaramarse. Kasparov resumió en Twitter la satisfacción general: «El mundo del ajedrez es un lugar mejor lugar cuando Aronian juega bien».

En cualquier caso, a Magnus se le resiste uno de los mejores torneos del mundo, su escaparate en Estados Unidos, que solo ganó en la primera de sus tres ediciones. El año pasado, Caruana dio un recital. Las imágenes del noruego después de perder contra Alexander Grischuk eran aún más elocuentes que sus palabras posteriores. El número uno pudo expresar sus sentimientos Incluso durante la partida, gracias al «confesionario» que montaron en el torneo de San Luis, una interesante novedad que permite a los jugadores contar al público cómo ven su posición cuando aún queda todo por decidir, algo así como las declaraciones de los futbolistas en el descanso de los partidos.

Puede que alguien piense que el título de esta entrada es exagerado, pero el propio Carlsen es mucho más duro en sus declaraciones. Durante el duelo con Grischuk, admitió que no le gustaba su posición. Después explicó que su partida había sido «espantosa». «La forma en que perdí es realmente bochornosa. Es una clase derrota que he sufrido demasiado a menudo. Es increíblemente frustrante. Siento que estuve mal en el medio juego, no hice tablas cuando las necesitaba, y entonces jugué también mal el final. Por supuesto, mi rival merece todo el crédito por su presión, pero es frustrante. Perder tantas partidas con las piezas blancas es ridículo».

Después, Carlsen volvió a darse cabezazos contra el muro de Nakamura, a quien no pudo superar en otra partida eterna pese a su ventaja de material, en una de esas posiciones en las que, cuando está en forma, suele extraer petróleo.

Ahora, Magnus ocupa la cuarta plaza provisional en el nuevo circuito, el Grand Chess Tour, creado para dar espectáculo (algo que se está logrando) pero con una lista de participantes demasiado rígida e injusta para los grandes maestros que se quedan fuera, un círculo vicioso en el que parece demasiado difícil entrar.

Debate sobre el campeonato del mundo

El sistema del GCT contrasta, por otro lado, con la propuesta del campeón para cambiar el sistema por el que el mundo del ajedrez debe elegir a su rey, un asunto que se me había quedado enterrado entre la arena de agosto. La idea de Carlsen es la mayor muestra de honradez que ha mostrado nunca un campeón del mundo. La historia nos ha enseñado que, casi sin excepciones, el poseedor de la corona aprovechaba su título para mantener, cuando no aumentar, sus privilegios. El noruego luchaba contra estas prebendas cuando era un aspirante y ahora renuncia a ellas como campeón.

Magnus Carlsen

Dicho esto, su idea de implementar un sistema de copa, que ya se ha probado sin demasiado éxito, no me convence. Después de leer muchos comentarios y de hablar con algunos expertos, creo que la mayoría de aficionados y profesionales «clásicos» opina de forma parecida: algo así devaluaría el título. Es cierto que, en otros deportes, un Mundial lo puede ganar casi cualquiera, pero si nos gusta el ajedrez es porque preferimos que se impongan los mejores. Eso solo se consigue con un duelo más largo en la final. Las eliminatorias pueden ser aceptables para una fase previa, pero en última instancia es «necesario» que gane el mejor.

Mucho más autorizada es la opinión de Magnus Carlsen, por supuesto. Reproduzco su propuesta, que difundió a través de su página de Facebook. Lo que sigue es suyo:

Antes de viajar a los EE.UU. y de prepararme para la Copa Sinquefield, sentí que era importante compartir algo sobre lo que he estado reflexionando mucho: el formato del ciclo del Campeonato del Mundo.

En primer lugar, quiero aclarar que siento un gran respeto y reverencia por todos los campeones que me han precedido y por aquellos que han contribuido a la profesionalización del ajedrez. El duelo en Chennai contra Vishy Anand y el posterior en Sochi fueron experiencias potentes y maravillosas. Me sorprendió la intensidad del formato y el interés masivo de los medios y del público. Sé que la gente trabaja diligentemente para organizar el ciclo del Campeonato Mundial de 2014-2016, y estoy ansioso por participar el duelo que se jugará en noviembre de 2016 contra el ganador del Torneo de Candidatos de principios de ese mismo año.

Sin embargo, pienso desde hace mucho tiempo –como expresé en público– que debe haber un nuevo sistema para definir al campeón del mundo, que sea a la vez equilibrado y justo. Quienes han seguido el ajedrez de élite durante varios años recordarán que planteé abiertamente la cuestión sobre los privilegios del campeón antes de la fase de clasificación para el duelo de 2013.

En resumen, creo firmemente que el mundo del ajedrez debe evolucionar hacia un sistema más justo. ¿Cómo hacerlo? Durante mucho tiempo pensé que pasar a un evento por KO anual, similar a la Copa del Mundo, sería más equitativo. Este cambio, de hecho, aumentaría las probabilidades de conseguir el campeonato para casi todos los ajedrecistas, salvo el actual campeón y, potencialmente, algunos otros jugadores que ya no se verán favorecidos por el formato actual. Esto derivaría en la creación de torneos clasificatorios regionales combinados con plazas reservadas a los mejor clasificados, con la participación de los mejores jugadores y con el título del Campeonato del Mundo en juego; realmente creo que esto haría que el ciclo fuera más accesible para todos.

En conclusión, recomiendo encarecidamente a la FIDE que analice la manera de modernizar el formato del ciclo del Campeonato del Mundo.

¿Qué piensan? ¿Están de acuerdo con que el ciclo se beneficiaría con un nuevo sistema?

Para terminar, el fotón de Nacho Soto para Chess24 es más elocuente que cualquier otro comentario:

Our #SinquefieldCup R7 report, with a video to come (no pressure, @GMJanGustafsson!) https://t.co/K1RupFgjNM #c24live pic.twitter.com/AqrqlWVrXj

— chess24.com (@chess24com) agosto 31, 2015

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