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Rebelión en la granja (del Jabugo)

Rebelión en la granja (del Jabugo)
F. Pastrano el

El próximo 1 de enero Huelva toma el relevo de Toledo como Capital Española de la Gastronomía, título que han ostentado con anterioridad Logroño (2012), Burgos (2013), Vitoria (2014) y Cáceres (2015). Más allá de los límites ciudadanos, la provincia de Huelva ofrece con orgullo el llamado “tridente gastronómico”: del mar, la gamba blanca; de la huerta, los fresones de Palos; y de la sierra, el jamón de Jabugo.

Jamón de Jabugo, oro graso.

Hay algunos lugares, pocos, que dan nombre a sus productos y son conocidos en medio mundo. Rioja, Jijona, Padrón, Jabugo… son algunos. Pero últimamente ese jamón de ibérico pata negra, por motivos burocrático-administrativos, se denominaba Jamón de Huelva, Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) reconocida en 1995 por el Ministerio de Agricultura. Aducían las autoridades que muchos consumidores no identificaban Jabugo con su provincia, aunque el jamón se producía en una zona más amplia que la municipal. Y mantenían muchos jabugueños que el nombre de su pueblo era en sí mismo una denominación de origen acrisolada a través de los años (¿siglos?).

Auténtico pata negra con control de calidad.

A todo ello había que añadir que Jabugo, como marca, estaba registrada desde hace años por la empresa privada Sánchez Romero Carvajal, del grupo Osborne, una de las más prestigiosas de la zona.

Finca Montefrío, en Cortegana.

Como si fuera una rebelión en la granja orweliana, allá por 2008 se unieron fuerzas para conseguir que se cambiara oficialmente el nombre de “Jamón de Huelva” por el de “D.O.P. Jabugo”. Un proceso complicado de siete años que culminó en 2015, cuando fue aprobado por la Comunidad Autónoma. Hoy, con todas las bendiciones oficiales nacionales e internacionales, está a punto de publicarse en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE).

La Rebelión del Jamón, Mercado de la Dehesa.

Precisamente “La Rebelión del jamón” es el título que se ha escogido para celebrar una jornadas festivo-reivindicativas que ya van por su segunda edición anual. Todo Jabugo, en el más amplio sentido del término, se ha implicado en ello. La prueba está en que la iniciativa está promovida por muchas entidades como el Patronato Provincial de Turismo de Huelva, el Ayuntamiento de Jabugo, la Denominación de Origen Protegida Jabugo, La Ruta del Jabugo, la Asociación de Empresas Turísticas de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, el Grupo de Desarrollo Rural SAYPA y Andalucía Emprende.

Grutas de las Maravillas, principal atracción turística de Aracena.

Todos estos organismos pretenden atraer al turismo gastronómico a los diversos municipios de la comarca onubense de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, donde se encuentra Jabugo.

Inauguración de la Rebelión del Jamón 2016.

Las jornadas fueron inauguradas por el alcalde de Jabugo y vicepresidente de la Diputación de Huelva, José Luis Ramos, en el Centro de Innovación y Promoción del Ibérico de Jabugo (CIPI), más conocido como Edificio del Tiro. Este año lo ha hecho bajo el título “El Mercado de la Dehesa”.

Hung Fai y Manuel García del Restaurante Montecruz de Aracena.

Otro de los actos destacados tuvo lugar en la localidad de Aracena, en plena sierra del mismo nombre, con el llamado “Showcooking Canalla” en el que el chef chino afincado en España Hung Fai Chiu Chi, una auténtica estrella de los fogones, y varios cocineros locales de establecimientos como el Restaurante Arrieros, el Mesón Los Canastos, el Restaurante Montecruz y el Restaurante Essentia se “batieron en duelo” para elaborar platos utilizando algunos de los excelentes productos de la zona, como la miel, el queso de cabra, las carnes ibéricas, las setas (que en esta época están en su apogeo), el aceite de oliva y los productos de la huerta.

Bodega de curación de Cinco Jotas, Sánchez Romero Carvajal.

La “Rebelión del Jamón” de este año ha incluido degustaciones de distintas carnes del cerdo ibérico en varios restaurantes y visitas a dehesas y bodegas de curación de jamones, como la de Sánchez Romero Carvajal, en Jabugo, donde el “Cinco Jotas” lleva realizando desde 1879 un proceso de elaboración de más de cinco años, o Jamones Eíriz, en Corteconcepción, propiedad de una familia de emigrantes gallegos que llegaron a las minas de Riotinto en 1816 y poco después se dedicaron al mundo del jamón que no han abandonado hasta hoy.

Dehesa de Jamones Eíriz en Corteconcepción.

FOTOS: PILAR ARCOS

 

 

 

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