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Blogs Ciencia y Tecnología por José Manuel Nieves

Todo a punto para el mayor salto de la historia

José Manuel Nieves el

Si todo marcha como está previsto, a las dos de la tarde de hoy (hora española) el piloto austríaco Felix Baumgartner se convertirá en el primer ser humano que rompe la barrera del sonido (unos 1.110 km/h en la estratosfera) en caída libre. Para ello, y protegido por un traje de astronauta, se lanzará desde una cápsula a 36.576 metros de altura, en el mayor salto al vacío jamás dado por el hombre. El vídeo muestra los últimos preparativos antes de abordar la hazaña de hoy.

Baumgartner superará así el anterior récord, establecido en 1960 por el piloto norteamericano Joe Kittinger, que se lanzó con un traje espacial desde una altura de 31.333 metros. Kittinger, que en la actualidad tiene 84 años, se ha convertido en el principal consejero y asesor de Baumgartner durante los largos preparativos previos a su hazaña de hoy.

Si no hay contratiempos y Baumgartner consigue su objetivo, habrá conseguido superar de un solo golpe cuatro récords: el vuelo en globo tripulado más alto (36.576 metros), el salto desde mayor altitud, ser la primera persona en romper la barrera del sonido en caída libre y efectuar la caída de mayor duración. El salto en caída libre, durante el cual superará la velocidad del sonido, durará cinco minutos y 35 segundos. Después de ese momento se desplegará el paracaídas y seguirá descendiendo, ya a menos velocidad, durante otros 15 minutos hasta tomar Tierra. En total, un salto de algo más de veinte minutos de duración.

El desafío, llamado "Red Bull Stratos", supone un reto científico, humano y deportivo que podrá verse en directo por televisión en 150 países. En España, será retransmitido por Teledeporte y a través de la web RTVE.es. Y, por supuesto, también podrá seguirse desde la web redbullstratos.com. Para garantizar una buena transmisión, se han instalado más de treinta cámaras en la cápsula de ascenso y en el propio traje de Baumgartner.

Largos meses de preparativos y varios saltos cada vez más altos han sido necesarios para preparar esta hazaña sin precedentes. El último de ellos fue el pasado 25 de julio. Ese día el intrépido piloto austríaco se lanzó al vacío desde una altura de 29.610 metros y alcanzó una velocidad, en caída libre, de más de 800 km. por hora.

El reto de Baumgartner supone un serio peligro para su vida. Otros han intentado volar (sin vehículo) a velocidades supersónicas antes que él, pero nadie lo ha logrado hasta ahora. Veamos por qué.

¿Qué significa "romper" la barrera del sonido?

– Significa superar la velocidad a la que las ondas sonoras se desplazan por el aire. Esa velocidad es de unos 343 metros por segundo (1.284,8 km/h) al nivel del mar y a 20 grados centígrados, pero varía con la altitud y con la temperatura. Cuanto más frío es el aire, más despacio viaja el sonido. A 36.576 metros de altitud, la velocidad del sonido ronda los 1.110 km/h. Si los cálculos son correctos y Felix Baumgartner alcanza la altura prevista, tardará menos de 40 segundos en alcanzar esa velocidad después de saltar.

¿Existe realmente una "barrera" del sonido?

– No, se trata de una simple expresión, acuñada a mediados del siglo pasado para referirse a la enorme inestabilidad e incluso ruptura del fuselaje de los aviones que se aproximaban a la velocidad del sonido. Hoy se sabe que esa inestabilidad se debe a las ondas de choque que se generan en la "zona ultrasónica". A veces, algunas de esas ondas de choque colisionan unas con otras creando un fenómeno que es similar a una explosión. Afortunadamente, el impacto de esas ondas es menos intenso a grandes altitudes, debido a la menor densidad del aire. Una vez superada esa "barrera", el vuelo prosigue sin más turbulencias.

¿Cómo alcanzará Baumgartner los 36.576 metros de altura?

– A bordo de una cápsula de 1.315 kg. de peso, sujeta a un globo de helio ultra fino que tiene la altura de un edificio de 55 pisos y una superficie de más de 160.000 metros cuadrados. Está hecho de una película de plástico de apenas 0,02032 milímetros de espesor (más fina que las bolsas de plástico para el congelador). Es tan delicado que para manipularlo hay que usar guantes de lana. Y debe ser desplegado sin que corra nada de aire (motivo por el cual la prueba se aplazó de ayer, lunes, a hoy). El globo contiene 849.505 metros cúbicos de helio y tardará entre 2,5 y 3 horas en alcanzar la altura requerida.

¿Qué otros riesgos deberá afrontar Félix Baumgartner al superar la velocidad del sonido?

– La lista es larga e incluye temperaturas muy por debajo del punto de congelación del agua, la escasez de oxígeno, la tendencia a empezar a rotar de forma inclontrolada y una presión atmosférica tan baja que, sin la debida protección, haría "hervir" la sangre del piloto con burbujas de vapor.

¿Cómo se protegerá Baumgartner de estos peligros?

– Por un lado, el piloto ha sido sometido a un intenso entrenamiento destinado a superar cualquier posible inestabilidad. Para ello, ha llevado a cabo un programa de saltos múltiples desde alturas cada vez mayores. Su traje y su casco, especialmente diseñados, le proporcionarán oxígeno, protección y presurización. Si Baumgartner perdiera el control de sus movimientos, un "paracaídas ancla" le ayudaría a estabilizarse. Además, tres equipos médicos le seguirán en cada una de las fases de su misión. Uno de ellos a bordo de un helicóptero equipado con material quirúrgico y sistemas de ventilación de emergencia.

¿Cómo sabremos que el piloto ha superado efectivamente la velocidad del sonido?

– Su traje está equipado con todos los instrumentos necesarios para obtener datos que confirmen que la prueba ha tenido éxito. Los datos serán comporbados después por un grupo de especialistas de la Federación Aeronáutica Internacional.

¿Qué podemos aprender de esta prueba?

– Una serie de sensores medirán en todo momento las constantes físicas del piloto durante los más de cinco minutos de caída libre y a velocidad supersónica. Esos datos constituirán una herramienta excepcional para el desarrollo de nuevos procedimientos de seguridad tanto para los astronautas como para los futuros turistas espaciales. Tener la prueba de que el cuerpo humano es capaz de superar la barrera del sonido en caída libre abre las puertas a toda una nueva serie de procedimientos y protocolos de emergencia que hoy no existen.

Ciencia
José Manuel Nieves el

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