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Ignasi Ribas: En el futuro, el primer planeta al que viajemos será uno de los que se descubran ahora

José Manuel Nieves el

Cuando apenas tenía once años, un vecino que tenía un telescopio le mostró la Luna y se enganchó para siempre a la astronomía. “Desde entonces -afirma- nunca me he desviado”. Ignasi Ribas es un enamorado del cielo y de sus misterios. Participa activamente en varios proyectos de investigación y hace unos meses se embarcó en la aventura de convencer a los más destacados “cazaplanetas” del mundo de que debían celebrar un congreso en Barcelona. Dicho y hecho. Ribas es copresidente del comité científico del Congreso “Senderos hacia planetas habitables” que estos días se celebra en la Ciudad Condal y del que saldrá la “hoja de ruta” a seguir a partir de ahora por parte de la comunidad de científicos que se dedica a buscar otros mundos en los que el ser humano podría vivir algún día.

¿Cuál es el mejor método para buscar planetas habitables?

El método bueno del todo no existe. Hay varios sistemas, y cada uno es adecuado para hacer cosas distintas. El método de la velocidad radial, por ejemplo, es ideal para localizar mundos alrededor de otras estrellas. Pero para caracterizar esos mundos, estudiar sus atmósferas y composición, no hay nada como estudiar sus tránsitos (cuando el planeta, en su órbita, se interpone entre su estrella y la Tierra, haciendo variar ligeramente su luminosidad).

¿Es esa la única forma?

En estos momentos, si, es el único modo de conseguirlo. Aunque estamos a la espera ya de empezar con las detecciones directas, es decir, observar esos planetas en las imágenes tomadas por los telescopios. Ya se han observado una decena de mundos de esa forma, pero es un sistema que aún tiene que desarrollarse.

¿Cómo puede distinguirse en una imagen algo tan pequeño como un planeta a muchos años luz de distancia?

La clave está en suprimir la luz de su estrella. Y eso se puede hacer de varias formas. Por coronografía, un método que básicamente consiste en colocar una máscara frente a una estrella para que su brillo no nos estorbe. Una variante de este sistema es la de los ocultadores. Se ha pensado en colocar, a cierta distancia de los telescopios espaciales, una vela de 50 metros para tapar su brillo y dejar que los instrumentos capten el planeta que se está buscando. Por último, también se pueden obtener imágenes directas por medio de interferometría, aunque para eso es necesario disponer de varios satélites que trabajen a la vez, bien configurados en línea o en batería.

Supongo que cada sistema tendrá sus defensores y detractores…

Es cierto. Por eso, para no malgastar esfuerzos, es necesario que nos pongamos todos de acuerdo sobre lo que es mejor hacer en aras del interés general. Ese es el motivo principal de esta conferencia. Los astrónomos que buscan planetas extrasolares se han reunido otras veces, pero ésta es la primera que lo hacen con una orientación y objetivo concreto, el de coordinarse entre ellos.

¿Tiene este congreso vocación de continuidad?

Por supuesto que sí. Después de éste habrá más, y a eso ayudará el hecho de que, en este campo, se producirán pronto muchos descubrimientos que tendrán un gran impacto social.

¿Como la detección del primer planeta habitable?

Claro. Pero la cosa no se detendrá ahí. Cuando se encuentre el primero, se buscarán más. El objetivo es tener los suficientes para hacer estadísticas con ellos. Alrededor de qué estrellas se forman, a qué distancias de ellas, con qué frecuencia… Cuando tengamos cien, podremos hacer auténtica planetología y empezar a entender el por qué de las cosas. Ahora, sólo tenemos un planeta habitable conocido, que es el nuestro, pero eso va a cambiar en poco tiempo. El objetivo inmediato es descubrir otros. Después vendrá lo demás.

¿Podría ser el Kepler el instrumento que descubriera el primer exoplaneta habitable?

Kepler nos va a decir con qué nos vamos a encontrar si lanzamos más misiones. Nos proporcionará individuos interesantes par estudiar y una primera estadística. Pero sólo con Kepler no es suficiente. Se trata de una misión relativamente barata, de algunos cientos de millones. Y los mundos que encuentre estarán todos muy lejos de la Tierra. Pero cuando uno se gaste 3.000 millones en una misión, ésta tendrá que ser mucho más específica. De todas formas, hoy por hoy, Kepler es la primera misión con posibilidades reales de encontrar otra tierra. Tiene muchas papeletas para se el primero.

¿Se atreve a aventurar un calendario de descubrimientos?

Es complicado. Pero se espera que Kepler pueda encontrar planetas habitables durante la próxima década. Es la primera misión que se lanza con el equipamiento específico para conseguirlo. Después será el turno de la gran misión de que le hablaba, para caracterizar y analizar esos mundos en profundidad. Y eso supondrá diez o veinte años más de trabajo, y seguramente más de una única misión.

¿Cree que llegaremos algún día a viajar hasta esos planetas?

Eso será algo muy difícil, pero quién sabe… Hace 500 años, nadie pensaba que podríamos viajar como lo hacemos hoy, y sin embargo aquí estamos. Quizá dentro de unos siglos pase lo mismo. Pero seguramente, el primer planeta al que se vieje será uno de los que descubramos ahora. Por eso es tan emocionante nuestro trabajo. Hay que apreciar el momento en que vivimos. Sólo de pensar que en apenas unos años vamos a poder responder a la gran pregunta de si estamos solos en el Universo resulta impresionante.

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