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Blogs Ciencia y Tecnología por José Manuel Nieves

El Pentágono sueña con viajes interestelares

José Manuel Nieves el

DARPA, la agencia de investigación del Pentágono, la misma que puso la semilla de internet a principios de los sesenta del pasado siglo y que, veinte años después, puso en marcha la “Guerra de las galaxias”, acaba de lanzar un concurso para obtener ideas destinadas a enviar un hombre a las estrellas dentro de los próximos cien años. La mejor de todas será premiada con la bonita cantidad de medio millón de dólares.

Será este mismo mes cuando los 150 concursantes que han respondido al reto empiecen a explicar sus ideas. Y entre ellos se encuentran algunos de los grandes nombres del sector aeroespacial. El gobierno norteamericano hace así un nuevo gesto al sector privado, en cuyas manos descansa cada vez más el futuro de la carrera espacial.

El Departamento de Defensa de los Estados Unidos, el mismo que en los años 80 lanzó la idea de montar un sistema espacial de misiles, intenta ahora decidir cuáles serían las mejores estrategias para diseñar, a cien años vista, una nave tripulada capaz de abandonar el Sistema Solar y viajar a las estrellas.

O esa es, por lo menos, la idea que se esconde tras la iniciativa de la Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA). Por ahora, la agencia ha gastado ya un millón de dólares en el proyecto. Este otoño, en una conferencia que se celebrará en Orlando (Florida), DARPA decidirá quién es el ganador.

Según un portavoz de la agencia, el premio debe considerarse como una especie de “siembra de dinero” que ayude a que alguien se tome en serio la idea y empiece a trabajar seriamente en ella. Y no se trata, esta vez, de viajar hasta un planeta vecino, como Marte, ni de enviar sondas robóticas en misiones de exploración. Esta vez el objetivo es enviar seres humanos a visitar otras estrellas.

Algo extraordinariamente difícil si tenemos en cuenta que incluso la estrella más cercana al Sol, Alfa Centauri, se encuentra a 4,3 años luz de distancia (algo más de cuarenta billones de km.). Si quisiéramos alcanzarla con nuestros cohetes más rápidos tardaríamos más de 4.000 años en llegar hasta ella.

Por eso se necesitan nuevos métodos, nuevas ideas y conceptos revolucionarios que permitan, por un lado, descubrir o desarrollar tecnologías que nos permitan viajar mucho más rápido. Y también, por supuesto, desarrollar nuevos hitos en disciplinas tan variadas como la Medicina, la Agricultura, la Psicología… Todo lo necesario, en fin, para un viaje que se antoja muy largo.

Entre los primeros interesados en el proyecto destaca Craig Venter, uno de los científicos que realizó el primer mapa del genoma humano y que últimamente centra sus esfuerzos en conseguir vida artificial.

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