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Así eran los proto-mamíferos que convivieron con los dinosaurios

Así eran los proto-mamíferos que convivieron con los dinosaurios
José Manuel Nieves el

 

 

Un fósil recientemente descubierto ha revelado que rasgos típicos de animales mamíferos como el pelo y la piel se originaron mucho antes de la aparición de los primeros mamíferos verdaderos. El mammaliaformis Megaconus, de 165 millones de años de antigüedad, es un proto-mamífero que nos permite entender mejor la evolución desde aquellos animales hasta los de nuestros días.

“Por fin tenemos una idea de lo que puede ser la condición ancestral de todos los mamíferos después de ver lo que se conserva del Megaconus. Este fósil nos ha permitido juntar datos hasta ahora mal entendidos de la transición crítica a los mamíferos modernos desde sus antepasados ​​pre-mamíferos”, comenta Zhe-Xi Luo, profesor de Biología de Organismos y Anatomía en la Universidad de Chicago, que publica los resultados de sus investigaciones sobre este fósil en la edición del 8 de agosto de la revista Nature.

El Megaconus, descubierto en Mongolia, es uno de los fósiles mejor conservados de los grupos mammaliaformes, que son parientes de los mamíferos modernos extinguidos hace mucho. Fechado alrededor de hace 165 millones de años, los Megaconus coexistieron con los dinosaurios emplumados en la era Jurásica, cerca de 100 millones de años antes de que el  Tyrannosaurus Rex recorriera la Tierra.

En el fósil se ha conservado un halo claro de pelos y restos de pelaje, lo que convierte al Megaconus en la segunda especie conocida de fósiles pre-mamíferos con pelaje. También se encontraron pelos dispersos alrededor de su abdomen, lo que ha llevado al equipo investigador a plantear la hipótesis de que tenía un abdomen desnudo. En el talón, el Megaconus poseía un largo espolón de queratina, que era posiblemente venenoso. Al igual que los  espolones que se encuentran en los modernos mamíferos ovíparos, como el ornitorrinco macho, este espolón es una evidencia de que este fósil era muy  probablemente un miembro varón de su especie.

 

El “Megaconus confirma la teoría de que muchas de las funciones biológicas de los mamíferos modernos relacionados con la piel ya habían evolucionado antes de la aparición de los mamíferos modernos”, afirma Luo, quien también formó parte del primer equipo científico que descubrió en 2006 evidencias de cabello en las especies de pre-mamíferos.

Como otros animales terrestres del tamaño de una gran ardilla de tierra, el Megaconus era probablemente omnívoro, y poseía características dentales claramente típicas de los mamíferos y también articulación mandibular. Sus molares estaban diseñados para masticar plantas, y algunos de sus dientes anteriores poseían grandes cúspides que le permitieron comer insectos y gusanos, tal vez incluso otros vertebrados pequeños. Tenía los dientes con altas coronas y raíces fusionadas, similares a las especies más modernas, pero sin relación con otros mamíferos tales como los roedores. Sus dientes superiores se parecen mucho a los de los mamíferos placentarios modernos.

El esqueleto del Megaconus, especialmente los huesos de la pierna trasera y las uñas de los dedos, le permitía caminar probablemente con un paso similar al de los armadillos modernos, una faceta hasta ahora desconocida en la locomoción de los  mammaliaformes. Luo y su equipo han identificado también claramente características de animales no mamíferos. Su primitivo oído medio, todavía unido a la mandíbula,  es como el de los reptiles. Sus tobillos y la columna vertebral son también similares en diseño anatómico a los de los reptiles antecedentes de los mamíferos que ya se conocían previamente.

“No podemos decir que el Megaconus es nuestro ancestro directo, pero sin duda parece un tatara-tatara-tío abuelo nuestro que se retiró hace 165 millones de años . Sus características sirven para imaginarse a qué se parecían nuestros ancestros durante la transición entre el Triásico y el Jurásico”, comenta Luo, quien añade que “el Megaconus muestra muchas adaptaciones que se encuentran en los mamíferos modernos y que fueron adoptadas por nuestros parientes lejanos, ya extinguidos. En cierto sentido, las tres grandes ramas de los mamíferos modernos son todos sobrevivientes de los accidentes que sufrieron los individuos de otros muchos linajes de mammaliaform que acabaron pereciendo y extinguiéndose”.

El fósil, ahora en la colección del Museo Paleontológico de Liaoning, en China, fue descubierto y estudiado por un equipo internacional de paleontólogos del Museo Paleontológico de Liaoning, la Universidad de Bonn y la Universidad de Chicago.

 

 

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