Barack Obama ha decidido conceder a Zapatero un premio de consolación. Después del plantón galáctico que supuso la cancelación de la esperada cumbre UE-Estados Unidos y por tanto de su viaje a España, el inquilino de la Casa Blanca ha decidido que su segundo, el vicepresidente Joe Biden, haga una escala en Madrid a primeros de mayo.
Biden aprovechará que el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, le ha invitado a una mini sesión plenaria en Bruselas el 6 de mayo para darse una vuelta por España y hablar con Zapatero, con quien ya se reunió hace algo más de un año en Viña del
Mar (Chile) para intentar cerrar la polémica suscitada por el anuncio de España de retirar sus tropas de Kosovo.
Ahora, aquí, dado que somos presidencia europea, tendrá otros asuntos que tratar, como la reactivación del programa Swift, que permite el acceso de Estados Unidos a los datos sobre transacciones bancarias en Europa en el marco de la lucha antiterrorista, después del revolcón sufrido en la Eurocámara, que vetó la prolongación de la vigencia del acuerdo con Washington, pidiendo reciprocidad y más garantías a los norteamericanos.
Pero sobre todo, la llegada de Biden va a satisfacer enormemente al Gobierno, que veía como se le acababa el semestre de presidencia sin aprovecharlo para que pasara por España algún alto cargo de la Administración Obama.
Y también al embajador estadounidense, Alan D. Solomont, quien no sólo tendrá la oportunidad de acompañar a su vicepresidente en los contactos madrileños, sino que, además, junto con su esposa, Susan, podrá enseñar a Biden lo bien que secundan las indicaciones de la Casa Blanca en lo que se refiere al cuidado del medio ambiente: acaban de inaugurar en su residencia un huerto ecológico al estilo del que ha puesto en marcha la primera dama norteamericana, Michelle Obama. Buen provecho.
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