La última encuesta del CIS desveló que, pese a la espectacular subida en intención de voto a Podemos, la mitad de los encuestados desconoce su programa. El porcentaje, sin duda, sería mucho mayor si se preguntara por el programa que la iniciativa que lidera Pablo Iglesias tiene en política exterior. De hecho, los participantes en la reciente Asamblea Ciudadana celebrada por Podemos en Vista Alegre, no expresaron una gran preocupación por los asuntos que afectan a las relaciones exteriores de España. Sólo ocho del casi centenar de resoluciones sometidas a votación se preocupaban de cuestiones internacionales: tres sobre el Sahara, otras tres sobre Palestina, una sobre México y otra sobre la cooperación española en el exterior. Todas ellas figuraban entre las menos votadas por los participantes en la Asamblea.
Sin embargo, desde que Podemos irrumpió en la escena política, sus cabezas visibles han ido dejando caer sus intenciones en el caso de que llegaran al poder, como explica una información del portal especializado The Diplomat in Spain. La mayoría de ellas resultarían bastante difíciles de llevar a cabo, aunque no sorprende que una formación tan izquierdista haga bandera de ellas. Convocar un nuevo referéndum para abandonar la OTAN y rechazar cualquier intervención militar para solucionar conflictos internacionales cuadran perfectamente en el ideario de Podemos, por más que hoy parezca difícil pensar en una España al margen de la Alianza Atlántica o despreocupada de las operaciones multilaterales para frenar amenazas como el terrorismo islamista o la piratería.
Resultaría también chocante ver a una España abogando en Europa, como apunta Podemos, por la derogación del Tratado de Lisboa o dejando de apostar de manera decidida por la firma de un Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea, del que nuestro país puede salir muy beneficiado, tanto por los intercambios comerciales como por las posibilidades de inversión en el extranjero.
Y todo ello, con un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU durante 2016, al lado de Venezuela.
Posiblemente, de aquí a las elecciones generales Pablo Iglesias y los suyos concretaran algo más sus propuestas en materia de política exterior y lo lógico es que atemperen sus actuales planteamientos maximalistas. En cualquier caso, no parece que estos asuntos vayan a ser los que determinen un mayor o menor éxito electoral de Podemos.
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