ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Terminal Cero por Luis Ayllón

Gibraltar: vuelve el asunto exterior

Luis Ayllón el

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, pilota personalmente todo lo que se refiere a Gibraltar. Desde que lanzó aquel “Gibraltar español” a un europarlamentario británico amigo, no ha perdido de vista lo que pasa en torno al Peñón. Escribió a su colega británico, William Hague, urgiendo a volver a hablar de la soberanía y dando por liquidado el Foro Trilateral de Diálogo que quiere convertir en una mesa cuatripartita para colocar a las autoridades de la colonia al nivel de las del Campo de Gibraltar.

 

Es el propio ministro quien protagoniza las reacciones a la actitud de los británicos y gibraltareños y quien habla con la Casa del Rey y con los representantes de los grupos parlamentarios. Si no fuera porque hay otros problemas que también necesitan de su atención, se podría decir que hemos vuelto a aquello del “ministro del asunto exterior”, que se decía de Fernando Castiella.

 

¿Tiene razón el ministro en optar por la firmeza ante el Reino Unido? En principio, si. Londres ha vivido demasiado tranquilo durante siete años y pico, por lo que respecta a Gibraltar. Puede que la cuestión del Peñón no sea ya algo que moleste en exceso a los españoles. Si los “llanitos” quieren seguir siendo británicos, pues muy bien. Nadie les puede obligar a no serlo, en contra de su voluntad. Pero no es aceptable que España se vea perjudicada, en pleno siglo XXI, por la excepcionalidad de una colonia en su territorio.

 

Las autoridades de Gibraltar no pueden pretender que los pescadores de Algeciras o La Línea no faenen en torno al Peñón y que España se quede cruzada de brazos. La Guardia Civil tiene obligación de proteger a esos pescadores en aguas que son españolas. No hacerlo equivaldría a reconocer lo contrario, que es lo que pretende el ministro principal, Fabian Picardo.

 

El Reno Unido pretende desmarcarse de un conflicto que, sin embargo, tiene repercusión en la cuestión de la soberanía, que está obligado a negociar con España. Londres no puede mirar para otro lado ante las demandas españolas.

 

Tal vez haya quien considere excesiva la cancelación de la presencia de Doña Sofía en los actos del 60 aniversario de la llegada al Trono de Isabel II de Inglaterra, pero es un gesto que denota el nivel de malestar existente sobre todo con el Gobierno de David Cameron. Y me da la impresión de que puede no ser la única medida. Las colas para atravesar la verja han empezado a alargarse, simplemente cuando la Guardia Civil se ha puesto a inspeccionar a fondo a uno de cada siete vehículos. Los gibraltareños han comenzado a vivir en sus carnes el resultado de la equivocada política de su gobierno. A nadie le extrañe si se recuperan las prohibiciones de sobrevuelo del territorio español a los aviones que salgan o vayan a Gibraltar.

 

Gibraltar
Luis Ayllón el

Entradas más recientes