Gibraltar: cambio de actores

El Foro Trilateral de Gibraltar que puso en marcha el entusiasmo de Miguel Ángel Moratinos tiene los días contados. La idea de favorecer la cooperación entre el Peñón y la comarca del campo de Gibraltar era buena. Nadie debería estar en contra de ella. El problema fue que el resultado del Foro tuvo ventajas para todos, menos para España. Los gibraltareños alcanzaron un estatus en las conversaciones con España que nunca habían logrado; los británicos no podían sentirse más felices, al no tener a España dando la lata, cada dos pos tres, con la vieja reivindicación de la soberanía. En siete años y medio, el Gobierno de Zapatero no provocó ni un pequeño dolor de cabeza en Downing Street con ese asunto.

Ahora se abre un nuevo panorama, con actores distintos. En Madrid va a gobernar el Partido Popular; en el Peñón, el laborista Fabián Picardo acaba de desbancar a Peter Caruana, que se ha pasado casi 16 años en el poder; y en Londres hay un Gobierno conservador, que prácticamente no ha tocado la cuestión gibraltareña porque con la ministra Trinidad Jiménez en Exteriores, el dossier sobre Gibraltar quedó aparcado y mucho más cuando Caruana, el hasta ahora ministro principal, se empeñó en sacar el asunto de la soberanía de las aguas que rodean la Roca, con motivo de las negociaciones para mejorar la cooperación entre la Guardia Civil y la Policía gibraltareña. Hasta el responsable de la Oficina de Gibraltar en el Ministerio español de Asuntos Exteriores va a cambiar en breve.

Es decir, que todo apunta a que habrá que empezar desde la casilla primera, aunque el contencioso no será lo más prioritario para el futuro jefe de la diplomacia española en el Gobierno de Rajoy. Los problemas relacionados con la economía van a ocupar mucho tiempo al ministro, pero, a más tardar dentro de unos pocos meses, asistiremos a algún contacto de tanteo.

Por si, como se ha especulado, Miguel Arias Cañete se hace cargo de la cartera de Exteriores, no esta de más recordar sus opiniones recogidas en una entrevista en Atenea Digital:

-La creación del foro tripartito fue “un error monumental del Gobierno socialista", que ha hecho retroceder las reivindicaciones de España muchos años. El Proceso de Bruselas debe seguir adelante.

-Dadas las "muy buenas relaciones" de los populares con el Partido Conservador británico, España podrá "poner encima de la mesa que hay situaciones que no son permisibles", en relación con las actuaciones en las aguas territoriales.

-España debe tener "todo el control de la zona" limítrofe de la colonia, como corresponde a un país que está en la OTAN. Entre dos socios de la Alianza no puede haber frivolidades.

En cualquier caso, es claro que habrá un cambio de planteamientos en Madrid y posiblemente también en Londres y en Gibraltar, aunque a Picardo le hubiera gustado seguir con el Foro. Sin duda, habrá posiciones maximalistas al principio, pero sería bueno que todos hicieran un esfuerzo por buscar vías de diálogo.

Os invito a seguirme en http://twitter.com/#!/luisayllon