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El lobby gibraltareño mueve sus hilos…ahora en la OTAN

El lobby gibraltareño mueve sus hilos…ahora en la OTAN
Luis Ayllón el

Si de algo no se puede acusar a Fabian Picardo es de inactividad. Desde que se supieron los resultados del referéndum que decidió la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el ministro principal de Gibraltar no ha dejado pasar un sólo día sin hacer gestiones para tratar de salvar la privilegiada posición que hasta ahora han tenido los gibraltareños.

 

Londres y Bruselas han sido los escenarios en los que se ha movido Picardo, secundado por su viceprimer ministro Joseph Garcia, para tratar de que a Gibraltar le dejen meter baza en las negociaciones para la desconexión del Reino Unido de la Unión Europea. Pîcardo quiere ligar ahora su destino al de Escocia, que como Gibraltar se pronunció mayoritariamente contra el Brexit.

 

Naturalmente, las pretensiones gibraltareñas colisionan con la posición de España que ya ha advertido de que rechaza que la colonia participe en las negociaciones y además de que vetará cualquier acuerdo de la UE que pueda ser interpretado como un reconocimiento de la soberanía británica sobre el Peñón.

 

Si a eso se une que el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, no cesa de publicitar su oferta de cosoberanía, que promete resolver muchas de las inquietudes de los gibraltareños, es comprensible, en consecuencia, que Picardo esté más que alarmado y juegue todas las bazas que pueda para presentar a España como el chico malo del colegio que no para de hacer “bullying” a los compañeros.

 

Dado que en Europa las maniobras de Gibraltar y la posición española son sobradamente conocidas, ahora el objetivo se llama Alianza Atlántica. Según el Daily Express, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha recibido una carta firmada por varios parlamentarios británicos, conocidos miembros del “lobby” gibraltareño, en la que le piden que preste atención a la actitud de España sobre el Peñón desde que se produjo el Brexit, que consideran amenazadora y provocativa, y aseguran que nuestro país no es ya un aliado fiable.

 

La carta la firman varios parlamentarios, entre ellos Jack Lopresti, presidente del Grupo Parlamentario de Todos los Partidos por Gibraltar en la Cámara de los Comunes, y Andrew Rossindell, otro de los grandes apoyos con que cuentan los gibraltrareños. Lo curioso es que ambos, que ahora muestran tanta preocupación por proteger a los llanitos de la perversa España, estuvieran pocos días antes del referéndum haciendo campaña en el Peñón a favor de la salida del Reino Unido de la UE, que es precisamente el origen de los quebraderos de cabeza de Picardo.

 

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Luis Ayllón el

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