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El Día de la Amistad Hispano-filipina

Luis Ayllón el

La Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores hizo pública hoy sábado una nota en la que muestra su satisfacción por la celebración del Día de la Amistad Hispano-filipina. En esa nota se recuerda que “hace ciento catorce años, el día 30 de junio de 1898, el Presidente de la Primera República Filipina , el General Emilio Aguinaldo, promulgó un decreto en el que ensalzaba por su lealtad y valentía a los últimos soldados españoles que habían resistido atrincherados en la iglesia del pueblo de Baler durante casi un año defendiendo su bandera y sus estandartes”. Aguinaldo ordenó que aquello hombres fueran tratados como amigos de Filipinas, no como enemigos, y que se les facilitaran los salvoconductos necesarios para regresar a España. Eran “los últimos de Filipinas”.

 

Hace diez años, el Parlamento de Filipinas acordó declarar el 30 de junio “Día de la Amistad hispano-filipina” y España lo agradeció. Para la conmemoración de este año ha enviado incluso al secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica, Jesús Gracia, quien permanecerá en el país para acompañar a Su Majestad la Reina en su visita de una semana a Filipinas para visitar diversos proyectos de cooperación en Manila, Legazpi y Zamboanga.

 

Sin embargo, la presencia española en esa nación no se puede decir que sea la más deseable, pese a que debería ser el país asiático que nos resulte más cercano. La influencia estadounidense a lo largo del último siglo ha tenido un peso muy grande. Aún así, la mayoría de los filipinos llevan nombres y apellidos españoles y en el tagalo se pueden encontrar denominaciones de objetos con palabras españolas. Pero hace muchos años que un presidente del Gobierno español no viaja oficialmente a Filipinas. Aznar lo hizo en el año 2000, pero, por desgracia el país lo presidía entonces Joseph Estrada, que no fue precisamente un jefe de Estado para recordar. Zapatero no viajó allí, aunque recibió en España en 2006 a la presidenta Gloria Macapagal. Y poco más. Recién aprobada la Marca España y contando en Manila con un activo embajador, como es Jorge Domecq, quizás, ahora, sea tiempo para volver la mirada hacia Filipinas y no sólo con proyectos de cooperación, sino también tratando de animar a las empresas españolas a que busquen allí nuevas oportunidades.

 

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Luis Ayllón el

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