Ningún Gobierno español, ni siquiera los de Aznar, planteó seriamente el asunto al régimen castrista. No parece que el de Zapatero vaya a ser el que lo haga, teniendo en cuenta la buena relación que mantiene con las autoridades cubanas.
Para colmo, desde hace varios meses, España se encuentra todavía sin miembros del CNI en su embajada, después de que el Gobierno se viera obligado a retirar a los que se encontraban allí por exigencia del régimen, molesto por las relaciones de los agentes con los implicados en las reuniones de los defenestrados Felipe Pérez Roque y Carlos Lage en las que se criticaba a algunos de los actuales dirigentes.