Culebrón en Miami

Por continuar con el post anterior, hay que dejar constancia de que el diplomático, cuyo nombramiento como cónsul general en Miami, provocó las irás de la mayoría de sus compañeros, ha presentado su renuncia al cargo. Moratinos se la ha aceptado, después de que la Asociación de Diplomáticos españoles (ADE), a la que, por cierto, pertenece él mismo, presentara un recurso porque consideraba la designación contraria a derecho.

Ahora, posiblemente el ministro tenga que sacar a concurso de nuevo la vacante, pero ya muchos de los que aspiraban, con más méritos, al puesto no podrán hacerlo, porque han sido destinados a otros lugares. Otros, sin embargo, aún permanecen en los pasillos.

El empeño de Moratinos en hacerle un favor a Trinidad Jiménez ha provocado un auténtico culebrón.

El Gobierno no se ha cortado nada a la hora de utilizar el Servicio Exterior para premiar a los adeptos o colocar en las embajadas a ministros que perdieron sus carteras. Y eso no es nada bueno.