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Chávez, salvado por Cayo Lara

Luis Ayllón el

Mientras, el PP se esforzaba –sin éxito- en intentar sacar adelante en el Senado una discutible propuesta proponiendo la denuncia de los populismos en Iberoamérica, el activo embajador de Venezuela en España, Isaías Rodríguez, paseaba estos días por Madrid a un selecto grupo de “estudiantes bolivarianos” de su país. El embajador tiene la esperanza de convencer a los españoles de lo “falsas” que son las noticias que llegan hasta aquí sobre las actividades estudiantiles contrarias a Hugo Chávez. Por eso, su embajada ha distribuido un buen número de fotografías de la joven misión chavista en sus saludos a la vicepresidenta Elena Salgado y la ministra Trinidad Jiménez y en sus conversaciones con diputados y senadores socialistas y de Izquierda Unida, a quienes se les ve felices de poder compartir esos momentos con los propagandistas de un régimen que, si llegó al poder a través de las urnas, poco a poco va cercenando los espacios de libertad de los venezolanos.
Como Moratinos abrió la puerta a las alabanzas al chavismo, asegurando que en Venezuela hay un buen nivel de libertad de expresión, los parlamentarios socialistas no se cortan un pelo a la hora de ensalzar los logros bolivarianos y de echar las culpas a los medios de comunicación españoles, que hay que ver lo malos que son y la inquina que le tienen a Chávez.
Los estudiantes fueron recibidos en la Cámara Alta por los senadores Joan Nuet (Izquierda Unida) y Arcadio Díaz Tejero (PSOE), y en el Congreso, por los diputados socialistas Juan Barranco y Jordi Pedret. A tenor de la información facilitada por la Embajada de Venezuela, éste último  se mostró exultante por poder conocer lo que realmente sucede en ese país. Pedret agradeció la presencia de la misión de Hugo Chavez porque –dijo- “nos puedan explicar la situación real en las universidades de Venezuela, la existencia de discusión, la existencia de soporte a la Revolución Bolivariana en las universidades, puesto que las informaciones que acostumbran a llegar a Europa son informaciones que creo sesgadas, [en el sentido de transmitir] la existencia de una sola realidad en el caso de las protestas estudiantiles, que solo ocurre esa realidad”. No contento con esto, Pedret redobló su acometida contra la prensa en España, porque, según él,  “cuando todas las noticias son sistemáticamente en un mismo sentido, resulta difícil creerlas”. Debe ser que las manifestaciones estudiantiles contra el Gobierno chavista son también un montaje de los medios de comunicación españoles que, por lo visto, están a sueldo del imperialismo yanqui, que tiene fondos para todo.
Los estudiantes también se vieron ayer con el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, quien, como no podía ser menos, se mostró exultante con la revolución bolivariana. Lara se puso poético y aseguró que “los cambios que se están produciendo en este tiempo nuevo corren como una brisa suave en toda América Latina”. Y van a servir –agregó sin pelos en la lengua- “para que el pueblo avance y se vayan acabando los privilegios que han tenido las castas dominantes a lo largo de la historia”. En plena efervescencia, indicó –según la nota de la Embajada- que las transformaciones que estaban ocurriendo en el Continente les animaba a proseguir creciendo como “alternativa de Gobierno en España y en Europa”. Contando sólo con un par de diputados, hay que reconocer que desborda optimismo. Chávez ya puede estar tranquilo, porque si falla el amigo Zapatero, aquí y en Europa siempre le quedará don Cayo.

 

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