A vueltas con Gibraltar
Varias noticias de diferente índole han puesto de nuevo de actualidad el contencioso gibraltareño. Alguna de ellas puede colocar en una difícil situación a las autoridades españolas en un futuro no muy lejano.
Expulsión de pesqueros. Las nuevas autoridades gibraltareñas han decidido, de manera unilateral, dar por suspendido el acuerdo que en 1999 suscribió el Gobierno de Peter Caruana con las cofradías de pescadores españoles para que pudieran pescar en las aguas que rodean el Peñón, siempre que no se acercarán a menos de
Caso Odissey. Un juez estadounidense ha ordenado a Odyssey la entrega inmediata de los objetos que la compañía estadounidense rescató del fondo del mar en 2007 y que permanecen en Gibraltar desde entonces, y ha advertido de que, de no hacerlo, podría incurrir en un delito de desacato civil. Las autoridades gibraltareñas no deberían poner ninguna traba a la ejecución de esa orden, salvo que, como dice el propio juez exista alguna orden de una corte del Gobierno de Gibraltar que lo impida.
Ingreso en la UEFA. Gibraltar ha vuelto a la carga con su deseo de ser admitido como miembro de pleno derecho en la UEFA. El Comité Ejecutivo del organismo que regula el fútbol europeo, reunido en Estambul, ha diseñado una “hoja de ruta” para la petición de los gibraltareños, que incluye la aprobación de “apoyo financiero y educativo”. Gibraltar tendrá que esperar al Congreso de la UEFA que se celebrará en Londres en 2013 para saber si es aceptada su petición o rechazada, como sucedió en el año 2007. La Corte Europea de Arbitraje ha decretado que Gibraltar tiene derecho ser miembro pleno de la UEFA, pero será el propio organismo quien tome la decisión. España se opone frontalmente a la demanda y en 2007 se vio respaldada mayoritariamente por los socios de la UEFA, ya que hubo 48 votos en contra de la incorporación de Gibraltar y únicamente los votos favorable de las federaciones británicas (Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte y Gales). España había amenazado con retirarse de las competiciones europeas en las que participara Gibraltar si era admitido como nuevo miembro. Dentro de un año volverá a encontrarse en la misma situación, que para nuestro país es bastante delicada.
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