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Blogs Laboratorio de Estilo por María Luisa Funes

Ascot endurece su etiqueta

Ascot endurece su etiqueta
María Luisa Funes el

El prestigioso recinto de carreras de caballos británico, añade nuevas reglas al atuendo de los invitados.

   

La élite británica viste la sastrería más elegante del planeta y combina con garbo -no siempre exento de cierta cursilería- los accesorios más variopintos. Pero hartos de salidas de tono y de invitados que fastidian la etiqueta, el Real Recinto de Ascot ha endurecido este año aún más su protocolo de vestido, con el fin de evitar que lo sublime caiga en lo ridículo en manos de algún neófito. 

De este modo, a partir de ahora, las señoras no podrán lucir escote tipo Bardot, un décolleté que consiste en dejar los hombros al aire sin llegar a ser un “palabra de honor”.

La moda ferviente de este tipo de escote durante los últimos años ha dado algunos quebraderos de cabeza a los organizadores. Los escotes asimétricos de un solo tirante -tan de moda- tampoco estarán permitidos, y se revisará -visto que algunos invitados acuden con mocasines de grandes marcas “a pelo”-  que todos los señores lleven calcetines oscuros, sea cual sea la zona del recinto.

No se aceptarán los zapatos sin calcetines

Ascot consta de cuatro recintos con distintos protocolos, según el invitado esté más o menos cerca de la zona restringida a los royals, el Royal Enclosure. La etiqueta de Ascot fue ideada por el primer “dandy”, el famoso Beau Brummell, que a principios del siglo XIX dictaba la moda británica y encandilaba a ellas y ellos, incluido el príncipe de Gales, mas tarde convertido en Jorge IV. A partir de ahora, la etiqueta en cualquiera de los cuatro recintos – Royal Enclosure, Queen Anne Enclosure, Village Enclosure o Windsor Enclosure, en orden decreciente de importancia- tendrá que ser similar, pues se desea evitar que un evento que ha representado la elegancia británica caiga en la banalidad.

Estas nuevas normas se unen a otras reglas ya existentes que prohiben las bermudas, el calzado deportivo, las minifaldas, los vaqueros, los disfraces, las prendas promocionales y las camisetas de clubs deportivos. Las faldas y vestidos deben llegar al menos a la rodilla, los tirantes de los vestidos y blusas deben tener al menos 2,5 centímetros de ancho y los trajes sastre de falda o pantalón -afortunadamente, permitidos- deben ser de un solo color o material. Ellas deberán asistir con sombrero o tocado (este último ofrece muchas alternativas a aquellas que no se sientan favorecidas con una pamela o un “pill-box”). 

Los señores deben acudir vestidos de chaqué, gris o negro, con chalequillo, corbata, sombrero de copa gris o negro y zapatos negros de cordones, si es que están invitados en la zona del Royal Enclosure. De no ser así, al menos deben llevar un traje monocolor con camisa sencilla y corbata.  

Lo más curioso es que últimamente los gestores de Ascot recomiendan ciertas marcas británicas, aconsejando llevar vestidos de Roksanda, Emilia Wickstead o Karen Millen y sugieren lucir sombreros y tocados de Philip Treacy, Stephen Jones o Jess Collet. Haciendo patria. ¡Qué buena promoción!

Para los invitados que vayan a estar a la intemperie – en las zonas del Village y del Windsor Enclosure- se recomienda ir preparados para el clima británico y evitar tacones que se puedan clavar en la hierba, favoreciendo el calzado con suela de cuña, no siempre tan elegante. Mientras el protocolo en el vestir se relaja en la aldea global en pleno siglo XXI, en las carreras de Ascot se reservan el derecho de admisión a los que no vayan vestidos según las reglas del juego. Poderío británico. 

 

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