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El alma de la marca Loewe

El alma de la marca Loewe
María Luisa Funes el

Una exposición conmemora el primer año de la muerte del que fue director creativo de la casa durante 40 años.

La Fundación Loewe presenta una exposición dedicada al pintor Vicente Vela, en la que se descubre el trabajo del diseñador que creó el complicado pero curioso logotipo de la marca.

Las cuatro “eles” del sello de Loewe, el emblemático  signo llamado “el cangrejo”, salió de la cabeza de Vela. Pero también lo hicieron muchos detalles del diseño de las colecciones, ya que Vicente Vela colaboraba con el equipo de diseño a la hora de idear bolsos, pañuelos, corbatas, accesorios e incluso bisutería. Incluso el diseño de los frascos de los perfumes, fu obra de Vela. Andaluz de Algeciras, compaginó durante décadas su trabajo en Loewe con exposiciones alrededor del mundo.

La exposición actual conmemora que hace un año de la muerte de Vela y está localizada en la tienda de Serrano 26. Presenta retazos de sus facetas más representativas y piezas de las colecciones en las que trabajó. Vicente Vela llegó a Loewe en 1958, de la mano del arquitecto Javier Carvajal, artífice de la arquitectura y diseño interior de la tienda de Loewe en Serrano. Bohemio y vanguardista y amigo del grupo El Paso, Vela colaboró además en otros temas culturales ajenos a Loewe, trabando amistad con Buero Vallejo y Antonio Gala, para los que realizó escenografías.

En 1970 Vicente Vela diseñó la doble simetría de la L inglesa que protagonizaba el logotipo del LOEWE hasta entonces, el legado más importante de Vicente Vela para la casa madrileña. Pero su colaboración fue mucho más allá.

Vicente Vela profundizó en la investigación de la gama cromática de la marca y los materiales más habituales desde entonces, entre otros, el cuero y la seda. De sus talleres, situados junto al resto de la empresa sobre la tienda de Serrano, salieron piezas muy españolas. Los objetos decorativos, pañuelos y corbatas, accesorios de diario, iban tocados por la cultura española, con motivos del Museo del Prado, de cerámica andaluza o del mundo ecuestre.

Es de justicia que en LOEWE reconozcan que la marca no sería igual sin la impronta de Vela, al que definen en ocasiones como el alma y la conciencia estética de Loewe. Tanto su labor como la del insigne y moderno arquitecto Javier Carvajal, dotaron de estilo propio a una casa tradicional, si bien, como el mismo Enrique Loewe declaraba hace un par de años, “la relación de Carvajal con mi padre fue un choque de trenes, aunque él trajo la frescura y el cambio de mentalidad”. “Fue una patada en el trasero, pero de modernidad”. Los diseños de Vicente Vela fueron a buen seguro otra dosis de modernidad, para una empresa que durante décadas representó la esencia del estilo español más depurado que ahora continúa Jonathan Anderson.

 

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