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Grace, la enemiga íntima de Wintour

Grace, la enemiga íntima de Wintour
María Luisa Funes el

Grace Coddington, la directora artística del Vogue americano, enemiga íntima de Anna Wintour, deja su puesto en Vogue.

De sobra es sabido que la única persona que se atreve a llevarle la contraria a la difícil Anna Wintour es su eterno alter ego, Grace Coddington. Ambas británicas y de familia de clase media, parecen ser el Doctor Jekyll y el Mister Hyde de una misma moneda. Ambas comenzaron en Vogue América en el mismo día de 1988 y siendo Coddington más alta y varios años mayor que Wintour, parece que nunca ha aceptado al 100% estar bajo su yugo.

Grace Coddington, Anglesey 1941, se distinguió desde entonces por la enorme creatividad, romántica y teatral, de sus estilismos. Su trabajo, con las mejores modelos y los mejores fotógrafos, ha sido a buen seguro un enorme activo para el crecimiento de la reputación del Vogue norteamericano, que ya nada tiene que ver con ninguna de sus ediciones hermanas en otros países del mundo.

Durante años, el trabajo de Grace ha sido silencioso. Ella se inició como modelo en el Vogue británico hasta que tuvo un accidente automovilístico por el que tuvo que ser operada de estética en varias ocasiones.

Mientras que Wintour as capaz de editar – cortar y elegir -, Coddington ha sido el verdadero corazón imaginativo de Vogue en su rol de directora creativa. No ha escondido sus desacuerdos con la directora de la revista pero tampoco sus disputas la han distraído de su trabajo. Karl Lagerfeld la admira, algo ya de por si difícil de conseguir. Su estilo británico, romántico y colorido, refleja a menudo el paso de la historia.

“Lo perfecto es aburrido”, suele decir. “La belleza no es el equivalente de la perfección”. Con ese motto in mente, Grace ha llevado a cabo impresionantes reportajes que tantas otras revistas han tratado de replicar.

Pero después de 30 años en el cargo, Coddington ha decidido dar un paso atrás y permanecer solamente como colaboradora de estilismo eventual, en 4 o 5 ocasiones al año, manteniendo un título de directora creativa en general.  Tres son los motivos principales de esta decisión. El primero es que a los 74 años ya no necesite ni trono ni cetro y lleva casi 30 años haciendo lo mismo. El segundo está en que de este modo podrá realizar trabajos fuera de Vogue, estilismos que comenzarán con un proyecto sobre los nuevos perfumes de Comme des Garçons, que a buen seguro será seguido de trabajos para las marca de los grupos LVMH y Kering.

Pero el tercer y más importante motivo para dar un paso atrás en su carrera, es que hace ya un par de años Anna Wintour, directora de Vogue USA, se aseguró para si misma un cargo que podría haber sido para Grace: el de directora creativa del grupo Conde-Nast. Dejó así a Coddington sin evolución profesional posible dentro del grupo. Grace, lejos de ser la perdedora de la historia, abre ahora ante si un enorme abanico de posibilidades profesionales con las que sueña despierta.

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