Quién no ha soñado alguna vez con trabajar desde casa, en la habitación o despacho, y ser su propio jefe. Hace algunos años esa opción era complicada. Ahora con las nuevas tecnologías en su máximo esplendor, la situación ha cambiado mucho. El ‘teletrabajo’ es una realidad que va en continuo crecimiento.
El mundo del software es uno de los campos que mejor se han aclimatado a esta época de cambio. La mayoría de programadores siente la atracción de elegir dónde trabajar y para qué proyectos.Las empresas, por su parte, ven con buenos ojos la subcontratación de estos profesionales, porque el coste de tener un propio equipo in-house suele ser muy elevado.
El principal problema de subcontratar, es básicamente, la confianza. Primero de la calidad del producto que has encargado, y segundo, si los precios están en un rango de mercado lógico. Fruto de esas necesidades han nacido startups como Yeeply, que hacen de intermediario entre empresas y desarrolladores certificados de webs y apps.
Principales errores a la hora de subcontratar un desarrollo web o app
1. Cuando pensemos en externalizar un proyecto para su ejecución, lo primero que debemos hacer en comprobar siempre la calidad del proveedor.
2. Garantía de solucionar cualquier problema sin un coste añadido. Antes de la ejecución del proyecto de una nueva web o app, se debe hacer una valoración del presupuesto. La pyme y el desarrollador sabrán la inversión que se destina al proyecto, para seguir unos parámetros.
Normalmente cuando se desarrolla un software es inevitable encontrar algún bug. Esos errores de sistema se irán corrigiendo para que el producto final quede en perfecto estado.
3. Al finalizar el proyecto, la empresa debe tener en propiedad el código de fuente. Sería un error subcontratar a un desarrollador y que al finalizar el proyecto, no te de la garantía de quedarte con el código de fuente en propiedad.
4. La especialización es esencial a la hora de pensar en digitalización. Habrá proyectos muy diferentes y cada profesional podrá tener más experiencia en uno u otro. No es lo mismo desarrollar un juego, que una web de e-commerce.
5. Es importante comprobar costes. Por norma general, los precios que se acuerdan en un principio se suelen respetar, pero pueden variar si el proyecto cambia demasiado.
Todavía existe mucho desconocimiento sobre cómo encargar el desarrollo de una aplicación o página web a un tercero. En todo caso tienes dos opciones, hacerlo por tu cuenta y riesgo, teniendo en cuenta estos cinco errores, o puedes hacerlo a través de plataformas como Yeeply que se aseguran que estos errores no se produzcan, elevando la satisfacción, de ambas partes.
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