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De raíz

De raíz
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Al titular ayer la página 5 se me echaba el tiempo encima porque empezaba el fútbol. Opté por la palabra “disparate” para hablar de la jornada que había ofrecido Puigdemont. Pero dudé. Disparate me sonaba demasiado bien, como un desorden divertido, apenas leve. Me venía a la cabeza el “Disparate” de las bulerías gaditanas que cantaba Poveda. Eso era un disparete celebratorio que acababa en “parate, parate, parate”. Dis-parate. Lo dejé ahí y me centré en el Fuenlabrada-Real Madrid, cosas de las prisas (escribir con prisas es el sino de algunos).
Pero después, acabado el partido, volví al “disparate”. Significa desatino, algo contrario a razón, despropósito, y su etimología nos explica que viene de disparatum, participio de disparare, (dis, parare), que significa dividir, separar.
Así que el disparate tendría origen en el verbo separar. Me di cuenta después de que de eso trataba de hablar en la pequeña página: de la pérdida general de sentido de lo que se dice y hace en Cataluña. Las cosas son su simulacro, su parodia, y las palabras aparecen del revés.
Pero no extrañaría si, como parece, en el origen mismo del disparate está la acción de separar. De desunir lo que era igual.
Siempre me ha parecido sospechoso e irritante la comprensión general hacia el separatismo, causa muy respetable pero poco noble. El acto de “desunir”, de separar me parece casi divino. Entiendo que lo haga una guerra, una catástrofe, un trastorno o el trabajo de siglos. En cualquier caso, es curioso que en pleno igualitarismo (enfermizo, obsesivo) el asunto más importante en España sea la operación general de separación.
El acto de “separar” me parece más violento que el de elevar muros. Eso es un objeto, algo físico. Evitar el contacto o la mezcla de lo ya distinguido. Recalca algo, impide algo de modo primario, casi melancólico. Pero la separación jurídica, la consideración política distinta de uno respecto al otro me parece un escándalo, estando como estoy plenamente inmerso en mi siglo igualitario.
Me quedo con eso: en el acto de separar está escondido el disparate.

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