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Blogs Madre no hay más que una por Gema Lendoiro

Suicidarse por acoso

Gema Lendoiro el

Ayer, en medio de una resaca electoral sin precedentes, pasó apenas percibida la noticia del suicidio de una joven de dieciséis años con discapacidad que se tiró por la ventana de su casa en el barrio de Usera de Madrid porque no podía soportar el acoso que estaba padeciendo por parte de algunos compañeros de su clase.

Confieso que estoy en shock. Indignación, rabia, impotencia, cabreo es poco. Me pongo en el lugar de esos padres y no sé qué haría. No sabemos mucho de la historia salvo que sus progenitores sí sabían de ese acoso y de hecho pusieron una denuncia en la comisaría. Se enteraron de este acoso por las profesoras del colegio. Aquí hay cosas que fallan estrepitosamente.

Padres. Vale, cierto que es muy fácil hablar pero miren, si unos padres han puesto una denuncia en comisaría y, además su hija tiene una discapacidad. ¿Cómo es posible que esa niña vuelva a ese colegio? Me parece que por encima de que salve o no salve el curso escolar está la estabilidad emocional de lla.

Profesores. Bien que avisaron a sus padres pero ¿y qué más hicieron? ¿No existe la posibilidad de un severo castigo con expulsión inmediata a los acosadores? No estamos hablando de niños de seis años. Estamos hablando de casi adultos. ¿En qué estaban pensando esos docentes? La integridad física y moral de los alumnos es su responsabilidad mientras están en el colegio.

Policía. ¿Qué pasó con esa denuncia? ¿Se investigaron los hechos?

Sociedad y educación. Leyes. Esto es lo que verdaderamente falla. Como siempre. Pocas cosas en nuestra sociedad que vayan mal escapan a la educación. ¿Qué tipo de padres han tenido esos acosadores malnacidos? Porque son unos malnacidos. ¿Con qué derecho se creen para intimidar de esa manera a una niña que, para más inri, tiene un retraso? Hace falta tener un corazón de hierro, una pésima educación y una total ausencia de valores para disfrutar haciendo daño a otro ser humano. Es sencillamente repugnante.

No sé a qué esperan los políticos para tomar cartas en el asunto. ¿Cuántos más niños tienen que suicidarse para que esto deje de suceder? ¿Dónde está la protección al menor? Porque da la sensación de que las leyes del menor están para proteger a los menores…que cometen delitos pero no a sus víctimas.

Lo tengo clarísimo. Si por algún momento tuviésemos el padre de mis hijas y yo una sola duda de que alguna de ellas está siendo acosada por algún niño, no esperaríamos tanto. Se ha puesto muy de moda entre la gente descreída la idea de que mimamos mucho a los niños. Pues es que los niños deben ser mimados que no tiene nada que ver con ser consentido. Y en ese mimo está implícito explicarles cada día lo importantes que son para nosotros, la importancia de su dignidad como seres humanos que nadie jamás debe pisotear. No dejes que nadie lastime a tu hijo. Olvídate de las frases: “Son cosas de niños” y escucha a tu hijo si te dice que algo va mal. Y si no te lo dice, observa. Observa qué hace, cómo se comporta. Todo menos quedarte quieto.

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