Gema Lendoiro el 30 abr, 2013 Doña Tecla cumple 3 años a finales de septiembre. Esto significa que debe empezar educación infantil. Y digo debe y no digo tiene porque en España no es obligatorio escolarizar a los niños hasta los seis años, es decir, hasta primero de primaria. De hecho, poca gente los escolariza a los seis, entre otras cosas porque para tener a los niños en casa suele suponer que, o la madre no trabaje, o se contrate a alguien que se haga cargo de los niños si los padres están trabajando. La dinámica general suele ser entrar en el cole a los 3 años y no a los 6. Generalmente los niños que lo hacen a los 6 suele ser porque los padres no confÃan demasiado en el sistema educativo. Y viendo los informes Pisa no es de extrañar. Mi hija mayor ya lleva un curso “escolarizada”. Desde septiembre. Si tengo que hacer una valoración sobre haberla llevado a la “guarde”, ésta es, excelente. Le han “enseñado” a comer y una cierta disciplina de hacer cosas en grupo. Dibuja mucho mejor que cuando empezó, de hecho en septiembre pasado no dibujaba. Se ha dado cuenta de que para vivir en sociedad hay que cumplir unas normas que a ella, por su espÃritu rebelde y humano, le cuesta aceptar a la primera. Ha conocido sus primeras “amistades”, ha hecho su primer regalo del dÃa del padre, ha tenido sus primeros encuentros sociales, ha desarrollado unas rutinas tan necesarias para una vida estable emocional y fÃsicamente…en fin, ha dejado atrás la etapa de bebé y ha comenzado la de niña pequeña. Muy pequeña, de hecho. Pero lo más destacable de este año ha sido la familiarización con otro idioma. Con el francés. También con el inglés porque la persona que la cuida mientras nosotros trabajamos, no habla español, sino inglés. Asà es que la pobre doña Tecla convive al dÃa con tres idiomas. En la escuela vive, juega y aprende en francés, en casa en inglés y en español. Normal que hable tan mal. Pero ya se ha arrancado. Concretamente hace un mes. Y, como niña normal que es sin rastro alguno de ser superdotada, dice no sabo por no sé (lógica aplastante), me callo por me caigo, o ves por otra vez… El caso es que a sus dos años y medio largos ya distingue qué lengua usa para qué cosa. Como la mayorÃa de los niños que son escolarizados en un idioma diferente al materno, rechazan que se les hable fuera de lugar en el idioma que no corresponde. De manera que si le digo on y va (vamos) me contesta con un rotundo: “¡mamá, cole no!”. De la misma manera, si oye a alguien hablar en inglés, inmediatamente pregunta si esa persona es (dice el nombre de su au pair). Asà que en un año creo que hemos avanzado bastante en el lenguaje teniendo en cuenta lo pequeña que es y el lio que la pobre debe de tener montado. Y ahora a esperar pacientemente a que llegue septiembre y ver qué tal se le da a la rebelde que tengo en casa el cole de mayores. Puedes seguirme en twitter y en facebook Sin categorÃa Tags colegioescolarizaciónliceo francés Comentarios Gema Lendoiro el 30 abr, 2013