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Blogs Salsa de chiles por Carlos Maribona

Un nuevo tres soles

Carlos Maribona el


Pues sólo nos faltaba para completar la lista la Guía Campsa, que se presenta el miércoles en Madrid. Pero ya sabemos cuáles son los tres soles de este año, y hay algunas novedades. Cuatro para ser exactos: tres altas y una baja. La baja es la de Mugaritz, que pierde un sol. Del restaurante de Andoni Luis Aduriz ya hemos hablado bastante en los últimos post, pero resulta curioso que suba en la Michelin a dos estrellas, y que otras guías como la de Pepe Barrena le suban a 9,25,mientras se desploma en la de Rafael García Santos y, ahora, en la Campsa. En la Gourmetour, 8,75. Qué quieren que les diga. Yo estoy con los que han decidido bajarle del guindo.


Pero lo importante son los que suben, y hay tres novedades: recupera tres soles Horcher, que está en un gran momento y se ha recolocado entre los grandes de Madrid. Y llegan Ca Sento, de Valencia, con el gran trabajo de Raúl Alexandre, y Casa Gerardo, el restaurante asturiano de Pedro Morán. Merecídismos los dos. Ambos representan a las dos cocinas emergentes en estos momentos en España, la valenciana y la asturiana.


Precisamente, como les anuncié el jueves, comí el viernes en Casa Gerardo, en Prendes. Espectacular. Después de las importantes obras de renovación, el local es precioso -no se pierdan el comedor acristalado en la cocina- y la cocina pasa por un momento dulce gracias al trabajo de Pedro Morán, pionero de la cocina asturiana actual, y de su hijo Marcos, que está llamado a ser el gran cocinero de los próximos años. Les cuento: espléndida ostra sobre patata; magníficos rollitos de mango con foie en una sopa de cebolla; oricio natural, sólo con un golpe de calor, puro mar; bogavante en cuatro presentaciones, de las que el tartar y la fritura merecían un premio; bacalao en tortilla con huevo suelto; pulpo con mazapán de pimentón, con un toque ahumado, tierno como hemos comido pocos; rubiel con caldo y patata, quintaesencia de este pescado poco valorado pero con sabor y textura maravillosos; becadas con berza, beicon y piñones (soy un incondicional de la becada, pero esta estaba perfecta, en tres servicios: menudillos, pechuga y por último muslito y cabeza con sus sesos; y para terminar, fabada (de bote, como dice Pedro), sin comentarios. Tres postres: uno refrescante de espumas de cítiricos, otro, menos interesante, llamado ‘casi tiramisú’, uan mezcla de queso, chocolate y café, y para terminar, la crema de arroz con leche de Prendes, inimitable. Bebimos champán Taittinger rosado, tintos El Rincón, de Xandra Falcó, y María, de Alonso del Yerro, uno de los mejores riberas de estos momentos, y un dulce Molino Real. Tres soles, y los que se quieran.


El domingo, aprovechando la visita a Asturias comí en el emergente Koldo Miranda, cerca de Avilés, candidato este año al premio restaurante revelación de Madrid Fusión. Sitio precioso y comida interesante. Pero ya les contaré.

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