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Blogs Salsa de chiles por Carlos Maribona

Málaga, Apicius, un festival y 30 cocineros

Málaga, Apicius, un festival y 30 cocineros
Carlos Maribona el

Málaga, la revista Apicius y un grupo de primeros espadas de la cocina son los tres ingredientes de una gran jornada a la que asistimos este lunes. Buena forma de celebrar el 1 de mayo. La ciudad fue ese día capital gastronómica de España. Todo dentro del festival Málaga Gastronomy, que comenzó el pasado 10 de abril y se prolongará hasta el próximo domingo. Entre las numerosas actividades del Festival, cine, debates (uno de ellos hoy mismo con dos buenos amigos de este blog, Espeto y Matoses), menús a cuatro manos con presencia de cocineros argentinos y de distintos lugares de España, y cuatro días de cocina en la calle en la Plaza de La Marina. Pero la que más destaca es la exposición de 44 fotografías de gran tamaño a lo largo de la calle Larios. Una muestra antológica que celebra los 15 años de la revista Apicius, editada por Montagud, y a la que pertenecen las imágenes expuestas. Esta fue, precisamente, la causa de que el lunes se reuniera esa treintena de grandes cocineros que recorrieron, con sus chaquetillas blancas, junto al alcalde malagueño y a otras autoridades, la calle Larios en un ambiente divertido e informal. Muchas estrellas Michelin allí reunidas.

Los cocineros en la calle Larios (foto Málaga Gastronomy Festival)

El único triestrellado era Eneko Atxa, pero la lista de los de dos resultaba sustanciosa: Paco Pérez (Miramar), Andoni Luis Adúriz (Mugaritz), Francis Paniego (El Portal del Echaurren), Mario Sandoval (Coque), Jesús Sánchez (El Cenador de Amós) y la única mujer presente, Fina Puigdevall (Les Cols). De los que tienen una estaban allí Marcos Morán (Casa Gerardo), Ricard Camarena (Ricard Camarena), Albert Raurich (Dos Palillos), Paco Morales (Noor), Roberto Ruiz (Punto MX), Xanty Elías (Acánthum), Kisko García (Choco), Mauricio Giovanini (Messina), Diego Gallegos (Sollo) o José Carlos García (José Carlos García), anfitrión más tarde en una comida cóctel que ahora les cuento. También alguno sin estrella, pero con nivel suficiente para tenerla sobradamente. Por ejemplo Juanjo López (La Tasquita de Enfrente) o Benito Gómez (Bardal). Echamos en falta a algunos andaluces que tienen su foto en la muestra como Dani García o Ángel León. Con los que estaban, Javi Antoja y Guillermina Bravo, los responsables de Montagud y Apicius, y Álvaro Muñoz, creador del Málaga Gastronomy Festival, que este año ha llegado a su cuarta edición, cada vez más consolidado y cumpliendo el objetivo de convertir a la ciudad en el destino gastronómico de Andalucía.

La madre de José Carlos García friendo boquerones (foto del Twitter de JCG)

La comida, en el espacio que rodea el restaurante de José Carlos García en el Muelle Uno, junto a la cocina abierta que sirve de entrada a los comedores, fue un encuentro muy agradable entre los cocineros. Todos (al menos los que estaban allí) se llevan muy bien. Y se nota. El tiempo acompañó con un día magnífico de sol pero sin excesivo calor. Se lució José Carlos con el cóctel que sirvió, la mayor parte de él con producto malagueño. Lo mejor sin duda (y no es sólo mi opinión, coincidían todos los cocineros) fueron los boquerones victorianos (¿victorianos o vitorianos?; no sé si alguien me puede sacar de dudas) que frió personalmente la madre del anfitrión. Un espectáculo verla manejar los delicados pescaditos, casi transparentes, enharinarlos lo justo y freírlos con maestría. Y un espectáculo probarlos, presentados en manojos unidos por la cola, como manda la tradición. Qué buenos. Tan ricos que ni me dio tiempo a hacerles una foto. La que cuelgo aquí es de un tuit del propio José Carlos.

Bandeja de moluscos en el cóctel de José Carlos García

Excelentes también los boquerones en vinagre. Y las bandejas de moluscos, que circulaban con profusión con su carga de conchas finas, bolos (escupiñas), navajas, ostras al bloody mary, y cañaíllas. Por medio, tartar de atún, vasitos de porra antequerana, de ajoblanco y de caldillo, bandejas de embutidos y otras muchas cosas, entre ellas los polvorones de pipas creados por el cocinero malagueño.

Y de fiesta en fiesta ya que por la noche, en el espléndido hotel Miramar, un cinco estrellas gran lujo abierto hace muy poco tiempo, en una magnífica ubicación frente al mar, hubo un cóctel preparado por algunos restaurantes de Málaga como La Cosmopolita, El Lago, Óleo, Candado Golf, El Refectorium del Campanario, Sollo, Uvedoble, el propio hotel Miramar y Bardal. No pude probar casi nada porque la comida de mediodía había sido abundante y porque preferí charlar distendidamente con los cocineros. No hay muchas ocasiones de coincidir con ellos en un plan tan relajado. Pero de lo que probé, sobresalientes los guisantes con caldo de pintada y quisquillas de La Cosmopolita y magníficos los sesos de chivo a la romana de Bardal. Dos mesas, en una un jamón ibérico Dehesa de los Monteros, de la serranía de Ronda, a partir de cerdos que además de bellotas comen castañas, muy curioso (y bueno). Y en la otra algo de caviar y ostras, más algún producto italiano de Negrini. El caviar duró muy poco porque pude comprobar que a los cocineros les entusiasman las bolitas negras y dieron buena cuenta de las existencias en un tiempo récord. También las ostras tuvieron una vida breve. No así la mortadela trufada, que llegó hasta el final. No son tontos, no.

Hay que felicitar a los organizadores de este Málaga Gastronomy Festival, especialmente a su impulsor, Álvaro Muñoz, y al equipo de Montagud, Javi, Guillermina, por esos quince años, por esta exposición antológica (por cierto, por allí andaba el gran Mikel Ponce, autor de la mayor parte de esas imágenes, y por este encuentro de cocineros. Así se hace grande la gastronomía.

P. D. Recuerden que estamos en Twitter: @salsadechiles

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