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Blogs Salsa de chiles por Carlos Maribona

Charla, tapeo y una Abacería en Sevilla

Charla, tapeo y una Abacería en Sevilla
Carlos Maribona el

Voy demasiado poco a Sevilla, lo reconozco. Y me pierdo muchas cosas, lo sé. Menos mal que de vez en cuando alguna cita importante me  lleva hasta la capital andaluza. En esta ocasión ha sido la amable invitación del Foro de Cultura ABC, que dirige Paco Robles, para participar en una charla-coloquio con uno de los grandes cocineros andaluces, Ángel León, para hablar, claro está, de la cocina del mar. Lleno absoluto en el Museo de carruajes para ver y escuchar a Ángel con el que mantuve una charla distendida y creo que muy amena (a mí desde luego se me pasó el tiempo volando). Hablamos, o mejor dicho habló Ángel, que como buen gaditano tiene una labia importante, de muchas cosas: de los pescadores y del precio del pescado,  de los embutidos marinos, del atún, de los pescados de descarte, de la cocina tradicional, de sus productos y platos favoritos, de su complicada trayectoria hasta llegar al éxito actual, de su estupendo libro… Un breve resumen pueden encontrarlo en la información que publicó ABC de Sevilla ayer martes y que encontrarán en este enlace.

En la charla coloquio con Paco Robles y Ángel León

Lógicamente aproveché el tiempo. Al mediodía, un pequeño recorrido de tapeo por El Arenal, aprovechando que tenía allí mi hotel (por cierto, muy bien el Vincci La Rábida, sobre todo las habitaciones altas con vistas a la catedral). Fui sobre seguro. Un montadito de picante con caballa, otro con lomo y unos chicharrones en LA FLOR DE TORANZO (que los sevillanos conocen por el nombre de su fundador, Trifón). Un sitio que nunca falla. Cazón en adobo y papas aliñás justo al lado, en ENRIQUE BECERRA, un sitio que me gusta algo menos por su empeño en ir hacia la innovación, pero donde los clásicos están muy bien. También al lado nos falló CASA MORENO, tienda de ultramarinos con barra al fondo, que ya estaba cerrada cuando llegamos. Como la Bodeguita de ANTONIO ROMERO cierra los lunes, nos fuimos luego, cruzando la plaza, hasta la calle Albareda para entrar en uno de mis bares favoritos de Sevilla: BARBIANA. Sólo sus tortillas de camarones justifican la visita. Le añadimos unas huevas aliñadas. Y hubiéramos seguido con toda la pizarra, pero… El remate en CASA LA VIUDA, el único que no conocía. Creo que tienen buenos bacalaos pero nos ofrecieron con entusiasmo unos boquerones fritos y picamos. Ni fu ni fa.

Tortilla de camarones de Barbiana

Y por la noche, la cena. Álvaro Rodríguez Guitart, gerente de ABC de Sevilla, buen gourmet y conocedor a fondo de lo que se cuece en esa ciudad, siempre me descubre algo. Y en esta ocasión nos llevó, tras la charla-coloquio, a un sitio que me gustó mucho. No voy a decir que fue un “descubrimiento” porque no se puede descubrir un establecimiento que lleva 18 años abierto. Pero sí fue una novedad para mí. Una estupenda novedad. Se llama ANTIGUA ABACERÍA DE SAN LORENZO. Y está en la calle Teodosio, en el barrio de San Lorenzo, muy cerca de la iglesia del Gran Poder. Tienda, bar, restaurante… difícil de clasificar, pero con un enorme encanto tradicional y con la personalidad desbordante de su propietario, Ramón López de Tejada. Cenamos muy bien. Y lástima que era una cena… porque me quedé con ganas de probar muchas más cosas.

Estuvimos en una mesa que tiene en la trastienda, un espacio que es a la vez almacén y donde se tiran las cervezas y se contacta con la cocina. En pleno bullicio de camareras y del propio Ramón que nos “cantó” las especialidades. La carta es larga, pero lo que está fuera de ella lo es casi más. Y con precios muy comedidos. Me quedé con las ganas de algún potaje de los del día. Amplio el apartado de chacinas, que incluye una morcilla de hígado casera, chicharrones de Cádiz e incluso sobrasada de oca. Y amplio también el de quesos, en el que hay desde uno de cabra payoya hasta de Mahón, de Zamora o torta de la Serena. Muchas tentaciones. Pero vamos con lo que comimos, que es lo que importa.

Papas con langostinos

Excepcional el lomo ibérico a la sal. Y buenísimas las papas con langostinos, casi una ensaladilla pero con los langostinos casi enteros. Jamón ibérico algo seco. Y potentes croquetas de pringá, bien cremosas. Las berenjenas gratinadas resultaron ser una especie de pisto, con predominio, claro, de los trozos de berenjena que se presenta en cazuela de barro con su gratinado por encima. Muy agradables. En la carta hay también varios platos con huevo. En una especie de competencia entre Ramón, el propietario, y Álvaro Rodríguez Guitart, pedimos los favoritos de cada uno de ellos. Los del primero, que llevan su nombre (“Los huevos de Ramón”), fritos con papas estilo panadera y pimentón, más sosos. Los otros, con las patatas fritas y tomate también frito, ganaron por goleada. El placer de unos buenos huevos fritos. Nada más sencillo. Y casi nada más rico. Probamos también un poco de hígado frito.

Dos postres caseros que hace la mujer de Ramón: muy buena tarta de queso con confitura de naranja y rico flan de coco. Digno remate. Tiene además una carta de vinos muy cuidada. Resumiendo, un sitio en el que mandan la tradición, el producto y la buena cocina y donde se derrocha amabilidad a raudales. ¿Se puede pedir más? Yo lo acabo de “descubrir”. Y pienso repetir muchas veces. Si ustedes son de los que no lo conocen aún, cuando pasen por Sevilla “descúbranlo” también.

Por cierto, si son de Sevilla o van a estar allí este fin de semana, la Abacería celebra sus primeros 18 años con una curiosa oferta. Ramón ha seleccionado las 18 especialidades más solicitadas por los clientes en estos años. Y durante el viernes, el sábado y el domingo, por 10 euros los clientes pueden elegir los cinco que prefieran. No está nada mal la celebración.

P. D. Recuerden que estamos en Twitter: @salsadechiles

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