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Blogs Salsa de chiles por Carlos Maribona

Casa Matías, tradición en Córdoba

Casa Matías, tradición en Córdoba
Carlos Maribona el

Siempre ha sido buena la oferta gastronómica de Córdoba. A una apuesta eminentemente tradicional se han unido en los últimos años restaurantes de cocina moderna como Choco, el pionero, y más recientemente el  Noor de Paco Morales que supone un punto y aparte en la cocina de la ciudad del califato. Pero hoy toca ocuparse de la cocina tradicional, bien representada en la capital cordobesa, además de por algunas tabernas populares, por un restaurante que no conocía, pese a ser ya todo un clásico: ASTORIA.

Foto de los premiados por Gurmé Córdoba

Pasé brevemente por la ciudad de los califas para asistir a la entrega de los primeros premios Gurmé que concedía ABC de Córdoba dentro de su web gastronómica Gurmé. Esta web, muy similar a la que ya tienen ABC de Sevilla (que el día 20 entregará sus premios por segundo año) o La Voz de Cádiz, y que en breve se extenderá a otras ciudades andaluzas, forma parte de la apuesta que ABC está haciendo en Andalucía por la información gastronómica. Un proyecto ambicioso liderado por el gerente del periódico en aquella Comunidad, Álvaro Rodríguez Guitart, buen gourmet, y que está dando muy buenos resultados. El éxito que han tenido las entregas de premios a los mejores restaurantes tanto en Cádiz como en Córdoba o en Sevilla, la masiva respuesta de cocineros y hosteleros, es buena prueba de ello.

Patatas fritas caseras, en la barra

Fue precisamente Álvaro Rodríguez Guitart, que suele ser mi atinado guía en Sevilla para descubrir esas tabernas y esos restaurantes poco conocidos, quien me invitó a conocer este ASTORIA cordobés. Y me alegré mucho. En realidad se llama Astoria, pero todo el mundo lo conoce como CASA MATÍAS, hasta el punto de que en la fachada aparece ya más grande este segundo nombre que el original. La causa es que su fundador, Matías Montes, cuando lo abrió en 1980, lo llamó Astoria pero, como ocurre con tantos negocios en Andalucía, la parroquia lo conocía por el nombre del patrón, y ahí sigue esa dualidad.

Don Matías empezó a trabajar en la posguerra en un bar familiar, el hotel Montes, junto a la antigua estación de la ciudad. Luego pasó por escuelas de hostelería de Sevilla, Madrid y Suiza formándose como jefe de sala en importantes restaurantes. A principios de 1980 abrió este establecimiento en el barrio de Santa Rosa, cerca de donde vivía, y le dio el nombre del hotel neoyorquino que había conocido en un viaje. A pesar de estar algo alejado del centro, la clientela fue numerosa ya desde los comienzos, y sigue siéndolo ahora, cuando Julio Montes, el hijo de Matías, se ha hecho cargo del negocio. Modernizándolo en cierta forma, pero respetando absolutamente el espíritu de sus primeros años: la apuesta por una cocina muy tradicional, bien ejecutada, “de paciencia y cariño” como dicen ellos mismos, en la que las claves están en el producto y en la mano en los fogones.

Habichuelas con perdiz

Y ahí siguen, inmutables, 37 años después, las habichuelas con perdiz, que probablemente sea el plato más emblemático de una casa en la que los guisos juegan un papel importante, aunque no exclusivo. Lógicamente las probamos, buenísimas, con la legumbre en su punto y un gran sabor. Para otro día quedan el cocido cordobés con pringá o los callos con garbanzos que aparecen, sugerentes, en la carta.

Aceites de oliva virgen extra cordobeses

Cuando lleguen, antes de pasar al comedor, acódense en la barra y pidan un fino de Montilla-Moriles. Y que se lo acompañen con patatas fritas. A la inglesa, estas patatas se hacen al momento y están buenísimas. Y de allí a la mesa, donde les recibirá una completa selección de aceites de oliva virgen extra de la provincia de Córdoba. Como entradas, salmorejo o unas pequeñas longanizas caseras de perdiz, pavo y magro de esas que no se pueden dejar de comer. Probamos también una tortilla de espárragos silvestres y jamón, que resulta lo más flojo de la comida, bastante seca aunque con buen sabor.

Longanizas caseras de perdiz y pavo

Además de los ya citados guisos, especialmente apetecibles en este invierno cordobés, la casquería es otro de los imprescindibles de la oferta de Casa Matías. En un plato, Julio nos saca una muestra de sus tres especialidades, todas de cordero lechal: mollejas, sesos rebozados y riñones. Las tres excelentes, pero sobre todo los riñones, de esos pequeñitos, superiores.

Riñones, sesos y mollejas

Y para terminar, uno de los arroces que se incluyen en la carta, y que están entre los platos más demandados de la casa. No es de extrañar porque el que probamos, de campo, con verduras, conejo y costillas de ibérico, merece mucho la pena por su sabor. No hay sitio para el postre, aunque Julio Montes recomienda vivamente la tarta de queso y el tocino de cielo. Tendré que volver para probarlos, como otras muchas cosas que se quedan en el tintero, y no por falta de ganas. No está nada mal tampoco la bodega, ni la atención de un amable equipo de sala que encabeza el propietario. He tardado en conocerlo, pero ya queda apuntado para nuevas visitas a Córdoba. Anótenlo también ustedes si no han estado aún. Les va a gustar.

Arroz de campo con verduras, conejo y costillas de ibérico

P. D. Recuerden que estamos en Twitter: @salsadechiles

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