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Blogs Salsa de chiles por Carlos Maribona

Ca Sento y el Mediterráneo

Carlos Maribona el


Una semana de ausencia. La causa un crucero en familia por el Mediterráneo, experiencia que no les recomiendo en absoluto, especialmente en lo gastronómico. ¡Qué menús! ¡Qué cenas! La desolación del gourmet. Todo muy abundante pero sin calidad alguna.Y eso que el barco era italiano. Al menos he podido beber algunos vinos trasalpinos interesantes a precios razonables.


Menos mal que antes de embarcar en Valencia pasé por CA SENTO (Méndez Núñez, 17. 96 330 17 75), el gran restaurante valenciano y uno de los mejores de España, donde ejerce Raúl Aleixandre. Cuesta encontrar su emplazamiento en un barrio modesto de la capital levantina. Allí empezó como un sencillo bar que se fue haciendo nombre gracias a los excelentes guisos tradicionales de la madre de Raúl y al trabajo de su padre atendiendo la sala. El comedor, con la cocina a la vista, es de una sencillez excesiva, apenas ocho mesas. Pero vale mucho la pena disfrutar con su cocina. Tiene dos menús degustación, uno más centrado en los excelentes mariscos de las costas levantinas (110 euros), y otro más de cocina (90 euros), que es por el que optamos.


Les cuento: jurel marinado con parmesano y agua de tomate (sabroso aperitivo); gamba roja del litoral (espléndida); almeja en jugo de remolacha y espuma de cebolla (un plato que me gustó bastante menos, excesivo el toque de remolacha); ventresca de atún con berenjena y jengibre (muy buen plato, aunque la ventresca estaba algo pasada de punto); ajoblanco con langostino de Vinaroz (excelente, qué delicia); lubina con cebolla en escabeche (bien a secas); arroz meloso con especias secas, crema de patata y albahaca (espectacular); carrillera con ñoquis y salsa de vino (muy bien); plato de quesos, y bizcocho de almendras con sorbete de manzana (bien).


Un menú de alto nivel, con algún punto débil como la almeja en jugo de remolacha o la lubina con cebolla en escabeche, pero con tres platos que por sí solos merecían el viaje: la gamba roja (aquí no hay más truco que la excelente calidad del producto); el ajoblanco con langostino (también basado en el producto pero con elaboración y un toque creativo); y el arroz meloso con especias secas.


Bebimos un champán rosé BILLECART ELISABETH SALMON 97 (impresionante) y un gran tinto navarro, VIÑA MAGAÑA 2000. Eramos seis y pagamos, incluyendo aperitivos, 700 euros justos (116 por cabeza). Un gran sitio. Mediterráneo puro.

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