Arola: historia de una década

Seguimos con libros. Las editoriales trabajan a destajo para tener listos los títulos que quieren presentar en la próxima Feria del Libro. Así que es momento de publicaciones. Hace quince días les daba cuenta de la aparición del espléndido trabajo que sobre casquería ha hecho Abraham García. Y ahora llega a mis manos otro título de Planeta: SERGI AROLA. DIEZ AÑOS DE COCINA EN LA BROCHE (60 €. 300 páginas).

En contra de lo habitual, este no es un libro escrito por un cocinero. Es un libro sobre un cocinero. Y más concretamente sobre unos años específicos de su trabajo, los más importantes. La década que Arola pasó en La Broche, desde su aterrizaje en Madrid en el año 1997 en aquel minúsculo local de la calle Doctor Fleming, hasta que el año pasado, con dos estrellas a cuestas, dejó la comodidad y el amparo del hotel Miguel Ángel para establecerse por su cuenta en el SERGI AROLA GASTRO. Diez años de éxito profesional y mediático. Un buen momento para detenerse a analizar lo que supuso aquella etapa. Lo curioso es que el libro se comenzó a escribir en 2007 para celebrar el décimo aniversario de La Broche, cuando aún no estaba decidido el cambio.

En el texto hay recetas, muchas recetas, todas las que han marcado una fructífera década de trabajo. Pero no es un libro de recetas. Es la historia de un cocinero que llegó a Madrid con lo puesto, que aportó un soplo de aire fresco y que se convirtió en una referencia mediática, y no sólo por su trabajo en los fogones. Los lectores habituales del blog saben que tengo con Sergi una buena relación, y que considero que hace un gran trabajo. Pero también saben que cuando he tenido que criticarle no lo he dudado. El libro es a la vez un homenaje a un numeroso equipo de profesionales, encabezado por su mujer, Sara Fort, sin la que La Broche nunca hubiera sido lo mismo y que se incorporó al proyecto cuando este ya llevaba varios meses de vida. A través de sus 300 páginas (escritas por Juanma Bellver) podemos descubrir cómo se organiza una cocina, cómo son las personas que trabajan en ella, cuál es el proceso de creación de un plato y de un menú, la importancia que tiene la sala… Pero siempre con Arola como protagonista del libro, como lo ha sido en buena parte de unos años fundamentales para la gastronomía madrileña

Dicho todo esto, creo que convendría tener cuidado con los excesos. Y un exceso, que no le hace ningún favor al cocinero, es el texto que podemos leer en la contraportada: “Los secretos que en este libro muestra Sergi Arola son, en última instancia, una asombrosa suma de ciencia y de arte, de reflexión intelectual y de atrevimiento, unas magníficas creaciones que reflejan el extraordinario recorrido de uno de los cocineros más geniales y reconocidos de todo el mundo”. Uff. Menos mal que el contenido del libro y las buenas fotografías de Ángel Becerril y Albert Beltrán nos aligeran de este almibarado y empalagoso párrafo.