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Blogs French 75 por Salvador Sostres

Usted verá cómo se organiza la mañana

Salvador Sostres el

Le pasó al Parlament con Pujol y le está pasando esta mañana a Simancas con Aznar. Demasiadas veces la izquierda pierde en la previa, porque es tal su afán, su rabia, su resentimiento, que gasta toda su fuerza en simulacros y se queda sin balas cuando llega el momento del combate.

Soldados de la batalla perdida de la izquierda, han matado a vuestro caballo.

Está siendo una mañana lluviosa en Barcelona. Lenta la lluvia cae sobre mi ciudad. Este año ha llegado antes de tiempo el primer día de otoño. Qué gran melancolía produce ver a Rafael Simancas con el cielo gris al fondo. Su pelo cano, su rostro hinchado como si la noche de ayer hubiera sido demasiado larga, o ya a su edad, como si simplemente no hubiera descansado. Qué gran melancolía el discurso ansioso de Simancas, como si todavía intentara ser presidente de la Comunidad de Madrid, como si esta mañana le hubieran vuelto a despertar del sueño de que Tamayo y Sáez no le dejaban tirado. Casi, Rafael, pero nada. Se lo ha dicho el expresidente: “la frustración, señor Simancas, produce melancolía. Usted verá cómo se organiza la mañana”.

Lo de menos ha sido esclarecer el grado de responsabilidad de José María Aznar en la financiación irregular del que fue su partido, porque una vez más los socialistas han perdido en el debate previo, con un trasnochado Simancas como una doncella que intentara recuperar la virginidad, con su frustración y su angustia, demasiado falta de ternura para resultar creíble. Como Pujol con los diputados del Parlament que quisieron preguntarle por la herencia opaca de su padre, Aznar se ha llevado a los socialistas por delante. Puede que de algo sea culpable, pero lo que no admite discusión es que es mejor que ellos, que está más en forma, que tiene el verbo más afilado. También tiene su resentimiento pero ha sabido estilizarlo. Si los socialistas dejaran de malgastar su vida odiando a Aznar e intentaran usar sus fuerzas para llegar algún día a ser mejores que él, tal vez conseguirían dejar de tener visiones y volver a ser el partido moderno, constructivo y en el que se podía confiar, de la era de Felipe González. Pero estamos muy lejos de esto. Y tú, Simancas, eres la metáfora de la larga y sedienta distancia.

Con Franco exhumado, el último fantasma que le queda a la izquierda es Aznar, contra el que continúan perdiendo la Guerra. Una vez y otra vez más, impotencia sobre impotencia acumulada, el rostro hinchado de Simancas y su pelo cano. Cómo ha pasado el tiempo, cómo han volado los años. Y nunca aprendéis, y nunca escarmentáis, y siempre la derrota, y siempre el naufragio.

También ayer como hace 80 años. En la batalla del Ebro, qué paliza os han dado.

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