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Blogs French 75 por Salvador Sostres

El humor de los Adrià

Salvador Sostres el

Bodega 1900
Cocina: 10
Sala: 6
Serivicio: 9

https://g.co/kgs/wDYjLN

Bodega 1900 es el humor privado de los Adrià. Disfrazado de bar e incluso de taberna, este restaurante aparentemente menor y sin pretensiones -“una casa de comidas como las de antes”, me dijo Albert quitándose importancia cuando me presentó el proyecto- le da mil patadas, y otras mil más cuando ha acabado con las mil primeras, a cualquier restaurante de Barcelona que no sea Alegría o Gresca o los demás del ámbito de influencia de El Bulli.

Bodega 1900 es chutar siempre desde medio campo y marcar todas las veces. Bodega 1900 es la jugada que todos los defensas saben que Messi hará y que igualmente hace y consigue destrozarlos. No hay ninguna complicación pero todo es tan bueno y tan sencillo y tan apabullantemente superior a tantas lecciones que en nombre del producto o de la tradición les han sido dadas a los Adrià, que pone de buen humor acudir aunque sólo sea para desenmascarar a tanto cretino, a la tan odiosa pedantería de los insufribles fantasmas que degradan la gastronomía con su corrupción, su fatuidad y su ignorancia.

Ni El Bulli ni sus restaurantes se entienden sin el humor, sin la alegría, sin la sonrisa con que el talento ilumina el mundo y nos recuerda que estamos hechos a la semejanza de Dios. Bodega 1900 forma parte de este humor y es muy gracioso ver cómo con una simple “esqueixada” de bacalao o una ensaladilla rusa los Adrià consiguen decirle a la cocina mundial que cualquier comparación es ofensiva, que cualquier lista de los 50 o de los 500 mejores restaurantes del mundo que no incluya todos sus restaurantes en los puestos primeros es una estafa y tendría que ser denunciada por falsedad y fraude.

Con Àngel Gèriz como jefe de sala y Ferran Soler como jefe de cocina, Bodega 1900 interpreta la cocina tradicional -o la comida clásica, por decirlo de un modo menos inexacto- con tal maestría que algunos platos parecen que hayan de tener algún truco o técnica especial: pero son sólo la finura y el talento de quienes están incapacitados para la vulgaridad. El servicio es amable, rápido, cariñoso y a pesar del ambiente buscadamente bullicioso la experiencia es tan agradable como enriquecedora.

En el bocadillo de calamares sirve de metáfora total de la Bodega y en él se concreta otra de las victorias de la casa. Nunca algo de tan abajo llegó tan arriba, como si las clases sociales no existieran. Que un primitivo bocadillo de calamares consiga alcanzar tal nivel de exquisitez es como si la bella Inés Arrimadas consiguiera algún día que de fondo no se le viera la portería. Sólo el talento redime. Los atajos multiplican la horterada.

Bodega 1900 es un restaurante pero sobre todo una advertencia: respeta siempre a los genios, porque si un día se hartan y se ríen de ti la parodia va a ser tan hiriente, tan humillante, que ni vas a notarla.

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