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Blogs French 75 por Salvador Sostres

Pedro contra Drácula

Salvador Sostres el

Los socialistas tienen que fijarse en Convergència para comprender que hasta el más hegemónico de los partidos puede desaparecer si insiste en parecerse a quien no es. Casi todos los absurdos de nuestra conducta -Samuel Johnson lo dice- nacen de imitar a quien no nos podemos parecer.

El PSOE tiene sentido como partido de orden capaz de gobernar desde el centro amplio. El PSOE tiene sentido tal como Felipe lo lideró dando lugar a una de las épocas más brillantes y transformadoras de la historia de España.

Desde la responsabilidad, la moderación, el realismo y la vocación mayoritaria Felipe acometió la reconversión industrial, nos instaló en Europa y en la OTAN, fomentó la creación de riqueza favoreciendo la actividad empresarial y consiguió que por primera y de momento única vez en nuestro país la izquierda fuera constructiva y razonable y no la mayor amenaza contra la convivencia y la prosperidad.

Si Pedro Sánchez insiste en coquetear con Podemos como Mas con Esquerra y luego con la CUP, el PSOE será draculizado hasta desangrarse, como ocurre siempre que los niños de buena casa toman como modelo a sus colegas macarras.

Ni la suma de Convergència y la CUP es real, como Mas descubrió justo antes de autoliquidar su carrera política, ni lo es la de los socialistas con la extrema izquierda populista, para quien el PP es sólo su adversario táctico y es al PSOE a quien considera el enemigo a batir para danzar sobre su cadáver.

La curiosa y nada fácil paradoja a la que se enfrenta Pedro Sánchez -y que el modo que tenga de resolverla servirá para medir su madurez política- es que en las primarias contra Susana derrotó al socialismo sensato (versión insustancial) que necesariamente tendrá que acabar encarnando si quiere algún día estar en condiciones de ganar al Partido Popular y poder gobernarnos como Dios manda.

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