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Blogs French 75 por Salvador Sostres

Sólo corazón

Salvador Sostres el

En su momento más delicado, Luis Enrique recurrió al 3-4-3 de Cruyff y de Guardiola, como si desesperado por no hallar la solución regresara a las fuentes. Pero el Barcelona saltó al Calderón todavía extraviado en su oscuridad y sólo Ter Stegen y Neymar consiguieron brillar, siempre desde la supervivencia, y agónica en no pocas fases del partido. El portero alemán lo sacó casi todo, con autoridad y estilo, y fue hábil y selectivo como de habitud iniciando los ataques de su equipo. El delantero brasileño tiene el mérito de continuar navegando con convicción mientras su equipo se ahoga en su desorientación tan repentina como incomprensible. Un Barça poco fiable vio como en la primera parte perdía 25 balones y el Atlético le jugó el 70 por ciento del tiempo en su campo. Messi sólo compareció para chutar magistralmente una falta, que una mano prodigiosa de Oblak separó del gol. Busquets, dramáticamente fallón e Iniesta muy lejos de su añorado talento. El Barça se alargaba como un blues sobre la nostalgia de sí mismo.

En la segunda mitad cambió la actitud, y aunque el acierto no fue el de otros tiempos, un orgulloso empeño de todos los jugadores les llevó con penas y trabajos al primer gol. Ni el juego era brillante, ni siquiera el gol lo fue -de Rafinha- pero como mínimo dio la impresión que si bien el equipo no sabía reencontrarse con su mejor fútbol, era capaz de conseguir su propósito. El enésimo error no forzado de Busquets, que necesita más que nadie unas vacaciones en Atlantic City, propició el empate local, pero este Barça encharcado y corajudo tiró como pudo hasta el gol de la victoria: de Messi, uno de los más feos y sin embargo encomiables de su carrera, porque es emocionante cuando los genios saben encontrar el camino hasta con la luz apagada.

Ganar en el Calderón no es cualquier cosa y aunque el Barça continúa gris sería injusto negarle el mérito. Sobrevoló durante todo el partido la tristeza de París, y la incógnita de si sólo con corazón -con el corazón que sin duda el equipo mostró- se puede levantar un 0-4 en Europa.

Yo creo que no, que no superaremos la eliminatoria, y que a este equipo le ha llegado el momento de admitir que tiene que plantearse el futuro sin las estrellas con que sentó las bases del fútbol moderno. Pero a estos chicos les hemos visto hacer tantas cosas que nadie había hecho antes, y con tanto talento, y con tanta inspiración, que merecen que mantengamos encendida por ellos hasta la última vela de la esperanza, incluso siendo evidente que hay mucho más viento que llama. Ayudaría bastante que Messi dejara de estar tan introspectivo y se acercara un poco más al interruptor. Hoy parece poco probable, pero los caminos de los genios no se hicieron para que los comprendiéramos los mortales.

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