“Se lo diremos rápido y básicamente le diremos que sí”. Con esta frase sobre cómo su administración actuará con emprendedores y empresarios; con esta frase tan simple, tan cristalina, tan perfecta ha conseguido el presidente Trump que el Dow Jones superara los 20.000 puntos por primera vez en la Historia. Desde su victoria electoral había subido un 12%.
Los anuncios del plan de infraestructuras, la desregulación financiera y la bajada de impuestos han disparado las expectativas de los mercados. Es decir: la libertad ha favorecido la creación de riqueza, la libertad que es el gran don de Dios -junto al amor, que es lo mismo- y Trump, que es un empresario, y se ha equivocado y ha acertado tantas veces como le han sido necesarias para construir su imperio, ha sabido qué hacer desde el primer instante en que ha llegado a la Casa Blanca.
El capitalismo no es perfecto, pero comprende, asume y drena mejor que cualquier otro sistema la imperfección humana. Es evidente e innegable que en nombre del capitalismo, del liberalismo y del mercado, ha habido mentirosos, tramposos y delincuentes que han cometido abusos y delitos. Pero es igual de evidente, y de innegable, que el socialismo y el comunismo también han tenido ladrones y criminales y encima nunca han funcionado: y han matado a sus pueblos de miseria y de hambre. Eso de no hablar de lo que hacen con los que discrepan.
Pese a su imperfección, pese a la imperfección del hombre y pese a que gente mala la hay en todas partes, el capitalismo está hecho a la imagen y semejanza del hombre y por eso funciona y nos hace mejores, y éste es el momento en que menos pobres ha habido desde que los contamos, e igualmente más personas incorporadas al carro del bienestar. La demagogia populista ladra lo contrario, pero es que ladrar es muy fácil.
El presidente Trump ha empezado como un hombre libre y los hombres libres le han recibido con los brazos abiertos y con la mayor demostración de confianza, que es apostando su dinero.
Naturalmente la prensa española, con muy pocas excepciones, todo esto lo ignora, y si lo sabe trata de esconderlo, e insiste en su ridícula operación de acoso y derribo al líder del mundo libre, centrando ahora su lloriqueo en el muro que el presidente Trump va a levantar en la frontera con México. Como si esta prensa pequeña y atormentada creyera que somos todos tan estúpidos como ellos, y no supiéramos que precisamente México cuida su frontera con Guatemala con el mismo celo que le critica a Trump, y más o menos con los mismos métodos, de modo que el falso victimismo tex-mex deja en muy mal lugar no sólo el nivel mental de los que se lo tragan, sino su inteligencia y su la cultura general. “Se lo diremos rápido y básicamente le diremos que sí”. 20.000 puntos. América en marcha. Es la libertad, siempre es la libertad, y a nadie le importa que continuéis ladrando.
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