El juez estrellado se está dando un homenaje recogiendo calor y Dios sabe qué más desde el Caribe hasta el Cono Sur. Ayer, esa fina demócrata enlutada y sacrificada por su pueblo, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le rindió homenaje en el Congreso argentino: “Su juzgamiento por haber intentado develar los asesinatos del franquismo es una afrenta para la Justicia universal. Quiero reconocerle en nombre de millones de argentinos su rol en la defensa de los derechos humanos…” Dicho lo cual terminó su discurso de 3 horas, 3, llorando por “el Ausente” y emprendiéndola contra los medios.
Es lo que tienen los peronistas, que hablan en nombre de todo un pueblo con la misma naturalidad con que el joven Messi mete goles. Pasaba aquí mismo, en los tiempos del caudillo Franco que la genuina Evita visitó con abrigo de visón en un madrileño mes de junio. Y es que las redentoras de los descamisados gustan de cuidar los detalles y se pirran por la liturgia. Cuenta en sus memorias Motrico, entonces embajador de España en Buenos Aires, que tratando sobre el viaje que quería hacer por Europa, la Perón concluyó: “Deseo que el Jefe de Estado me venga a esperar al aeropuerto. Y que me imponga en público la condecoración, en alguna plaza de Madrid ante mucha gente.”
Qué hacía ayer en la apertura de la Asamblea Legislativa argentina este español, nuevo parado de lujo, no tiene aún respuesta. Ni tampoco por qué estaba acompañado por ese sinsorgo que atiende por Hebe de Bonafini, jefa de parte de las madres de la Plaza de Mayo, antisemita, castrista y reputada amiga de terroristas; desde las FARC hasta ETA, todos le valen. Aquí mismo gritó “Viva la ETA“, cuando acababan de asesinar con dos tiros en la cabeza a Ernest Lluch, noviembre del 2000.
Y a ellos escribió estas lindezas: “Las Madres de Plaza de Mayo queremos dejar nuestro amor y solidaridad, a los cientos de hombres y mujeres que hoy sufren en la cárcel, las torturas, las violaciones y la dispersión criminal del Estado Español. Esos hombres y mujeres son para el mundo un ejemplo de dignidad y de resistencia. Las Madres sabemos que el único y verdadero terrorismo es el que se ejerce desde el Estado”.
Pues ahí estaba la buena señora junto al mismo Garzón al que hace unos años tomó la medida y definió así: “Con el correr del tiempo fuimos aprendiendo que Garzón tomaba sus decisiones de acuerdo a los cálculos políticos y no en función de la ley y la justicia… Al mismo tiempo que descubríamos las manipulaciones políticas de Garzón en este juicio (se refiere al de Scilingo) comenzamos a descubrir el verdadero rostro de la Justicia Española… Los Jueces de la Audiencia Nacional nos mostraron sus verdaderos rostros: los mismos que poseían los jueces argentinos de la dictadura y los mismos que exhibían los jueces del nazismo.”
Pues ayer, tan amigos. Coherentes y tan constantes como la veleta o giralda, ese artefacto construido para siempre estar a bien con los cambios del viento. Por cierto, parece que el Gallo que corona la Colegiata de San Isidoro de León es la más antigua del mundo mundial, del siglo séptimo.
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