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Blogs Fahrenheit 451 por Pablo Delgado

Para fomentar la “curiositas”

Para fomentar la “curiositas”
Pablo Delgado el

La exploración, la investigación, y el aprendizaje son parte esencial e intrínseca del ser humano. Estamos llamados a conocer, a estudiar todo aquello que nos rodea para sobrevivir y progresar. Por ello, además de las habilidades técnicas, son capitales las habilidades cognitivas que debemos aprender y desarrollar.

Las ideas son el fundamento de ello, pero ¿cómo podemos llegar a ellas? Desde el momento en que nuestros padres nos ponen en “circulación”, es decir, empezamos a ir la escuela -lugar en el que empezamos a adquirir principalmente esas habilidades cognitivas- además de la disposición personal es parte esencial aquella que transmite, la del profesorado, capaz de transmitir todo aquel conocimiento necesario.

El profesor de Literatura italiana en la Universidad de Calabria y autor del libro Clásicos para la vida. Una pequeña biblioteca ideal (Acantilado), Nuccio Ordine (1958), nos muestra una antología textual en la que lo clásico es esencial para entender la vida. Además de reivindicar la figura de un profesorado preparado, encomienda una primera tarea para ser un buen docente. Debería ser la de reconducir la escuela y la universidad a su función esencial: no la de producir hornadas de diplomados y graduados, sino la de formar ciudadanos preparados, libres, cultos, capaces de razonar de manera crítica y autónoma. Y que la escuela y la universidad no se conviertan en un mero centro de consumidores de gadgets tecnológicos en donde se muestran parte de los conocimientos.

Comenta Ordine en su texto comentado a «Sobre la educación» de Einstein, que la mejor respuesta a los triunfalismos sobre la “buena escuela” podría venir de una profunda reflexión del propio científico: la auténtica escuela, la verdadera, no debe formar especialistas, sino “personalidades armónicas”, capaces de desarrollar “la capacidad general para el pensamiento y el juicio independientes”. Hoy en día se comenta que los jóvenes son la generación mejor formada. Mejor formada ¿no sé? Lo que si es cierto es que han podido acceder a los estudios universitarios una inmensa mayoría de ellos, pero ¿se han formado en la calidad? Ya que la atención se centra cada vez más en el mercado con el riesgo de deformar el principal cometido de la enseñanza. Los jóvenes buscan una salida profesional independientemente de su vocación. Nadie parece ya preocuparse por el hecho de que, como recuerda Einstein, la “curiosidad divina que todo niño sano posee” puede quedar “prematuramente debilitada”. Sin esa desinteresada “curiositas” es difícil imaginar el desarrollo de la creatividad y de la fantasía, y por lo tanto de las ideas. La “buena escuela” la hacen sólo los “buenos docentes”.

Ordine transmite en el libro a través de sus palabras, un amor poco común por las páginas de los clásicos, aún a siglos de distancia, todavía es posible sentir el latido de la vida en sus formas más diversas. Nos acerca en este exclusivo, peculiar y representativo libro en el que refleja parte de las grandes obras literarias o filosóficas que no deberían leerse para aprobar solo un examen, sino ante todo por el placer que producen en sí mismas y para tratar de entendernos y de entender el mundo que nos rodea.

El libro compila los textos que entre septiembre de 2014 y agosto de 2015 el profesor seleccionó para los lectores de uno de los semanarios más prestigiosos de Italia “Sette”, del Corriere della Sera. En el se presentaban cada semana una breve cita de un clásico y de intentar evocar un tema relacionado con ella, principalmente de actualidad (de aquellos años). Por lo que este libro, así lo atestigua tomando esa misma estructura, sin limites temporales, lingüísticos ni geográficos, privilegiando las palabras de los poetas, novelistas y ensayistas al que acompaña el comentario del profesor, es un homenaje a los clásicos en un momento difícil para su existencia. De cómo los clásicos pueden responder todavía hoy a nuestras preguntas y revelarse en un precioso instrumento de conocimiento y “curiositas”.

En esta especie de pequeño manual de literatura y de las ideas al uso, desfilan por sus páginas a modo de sinfonía coral del conocimiento retales de las palabras de escritores como Saint-Exupéry, Shakespeare, Hipócrates, Platón, Thomas Mann, Nicolás Maquiavelo, Marguerite Yourcenar, Goethe, Stefan Zweig, Borges, Giordano Bruno, Rilke, Dickens, Primo Levi, Miguel de Cervantes, Giovanni Boccaccio, Baltasar Gracián, François Rabelais, Michel de Montaigne, Molière, Honoré de Balzac, Guy de Maupassant, Gustave Flaubert, Italo Calvino, John Stuart Mill y Albert Einstein entre otros.

Un libro que se disfruta, un libro del que se aprende y abre nuevas ventanas a los clásicos conocidos y a los que no lo son tanto. Para Ordine, los clásicos son la energía y la fortaleza contra la lógica y la dictadura del materialismo actual. Los clásicos ayudan a reflexionar y a poner en duda todo aquello que cumple una función común. Su tarea es la de estimular para la reflexión y alimentar la pasión. Por lo tanto, son imprescindibles para el desarrollo intelectual y humanístico capaz de influir en todas las acciones del hombre. En definitiva, Clásicos para la vida es un teatro de fantasía imprescindible y esencial para entender el mundo en el que vivimos.

Clásicos para la vida. Una pequeña biblioteca ideal /Nuccio Ordine // Acantilado // Traducción de J Bayod Brau // 2017 // 12 euros

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