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Blogs Fahrenheit 451 por Pablo Delgado

Cortázar ilustrado

Cortázar ilustrado
Pablo Delgado el

Julio Cortázar (1914-1984) es conocido principalmente por narraciones que inauguraron una nueva forma de hacer literatura, rompiendo los moldes clásicos mediante narraciones que escapan de la linealidad temporal. Obras que han marcado un antes y un después en la narrativa hispana como son Los premios,  Rayuela,  62 Modelo para armar, Libro de Manuel, Divertimento, Diario de Andrés Fava; o cuentos como Bestiario, Final del juego, Las armas secretas, Todos los fuegos el fuego, Octaedro, Alguien que anda por ahí, Queremos tanto a Glenda; o los relatos breves como Historias de cronopios y de famas.

Considerado uno de los autores más innovadores y originales de su tiempo, maestro del relato corto, la prosa poética y la narración breve en general. Debido a que los contenidos de su obra transitan en la frontera entre lo real y lo fantástico, suele ser puesto en relación con el realismo mágico e incluso con el surrealismo. Pero hay una faceta en Cortázar que es la menos conocida y no por eso la menor. Escribió gran cantidad de poemas en prosa como la mencionada Historias de cronopios y de famasUn tal LucasÚltimo round, e incluso poemas en verso. Aurora Bernárdez, su mujer, llegó a señalar que “si alguien quiere saber cómo era Cortázar, qué pensaba, qué soñaba, cómo se imaginaba el mundo, tiene que leer su poesía. Era un poeta hasta cuando escribía en prosa”.

En Pameos y meopas (Nórdica Libros), encontramos ese universo Cortázar. Primer título de poesía que publicó por el año 1971, incluye los poemas escritos por el argentino entre 1944 y 1958. El propio autor reconoce en el prólogo de esta edición que “nunca creí demasiado en la necesidad de publicarlos; excesivamente personales, herbario para los días de lluvia, se me fueron quedando en los bolsillos del tiempo sin que por eso los olvidara o los creyera menos míos que las novelas o los cuentos. Ahora que amigos insensatos quieren verlos impresos, no me disgusta y ahí van algunos, pero nada cambia en el fondo para ellos o para mí, creo que nos quedaremos siempre como del otro lado del libro, asomando a veces allí donde la poesía habita algún verso, alguna imagen. También así, también a veces asoma admirablemente una sonrisa entre dos desconocidos en un vagón de metro o en un cruce de calles, o una voz en el teléfono nos dice unas palabras en plena noche antes de saber que el número estaba equivocado (¿pero lo estaba realmente?)”.

Un valor que hay que añadirle a esta edición de Pameos y meopas, es el acompañamiento de las palabras de Cortázar por otro gran transgresor en su campo, el ilustrador alicantino Pablo Auladell, recientemente premiado con el Nacional de Ilustración, consigue estar a la altura de una temática difícil de ilustrar generando de esta forma, con su estilo diferenciador y característico, poemas visuales complementarios a la poética de Cortázar. Auladell con el gran manejo del carboncillo crea una atmósfera paralela en donde palabra e imagen fluyen por cada una de las páginas de la obra de forma onírica y poética. Figuras que hacen que esa expresión humana más antigua del mundo, la poesía, transmita un vacío, el galope de una yegua o el trinar de un pájaro ayudando así a Cortázar a convertirse en un mago que junta palabras para que las emociones invisibles, se puedan tocar con los dedos del alma.

Ilustraciones que me atrevería a definir como cronopios para Cortázar, que en palabras del autor argentino “son dibujos fuera del margen, un poema sin rimas”, y eso es lo que consigue Auladell con su lápiz, transportarnos a ese universo paralelo, a otra realidad que solo puede existir en la poesía, saboreando cada palabra, cada dibujo. Poeta e ilustrador nos preparan a los lectores para devorar intelectualmente cada página, cada letra, y producir así un placer para la mente necesitada de nuevos significados y de interpretaciones de una realidad fea, y que a través de un punto de vista diferente, hace que esas palabras que componen los versos, sintamos de forma diferente a través de ellas. Una obra que sensibiliza, descoloca, pero sobre todo triunfa.

PAVADAS

Al árbol ya cortado

no lo claves en tierra,

porque su copa seca

no engañará a los pájaros.

Al río que discurre

no le levantes diques,

porque en el viento libre

cabalgarán las nubes.

Al hombre desterrado

no le hables de su casa.

La verdadera patria

cara la está pagando.

Pameos y meopas // Nórdica Libros //  Julio Cortázar // Ilustra Pablo Auladell // 2017 // 19,50 euros

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