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Blogs Fahrenheit 451 por Pablo Delgado

Un viaje a la nada

Un viaje a la nada
Pablo Delgado el

Cuando hablamos o experimentamos en nuestro propio ser la inexistencia total o la carencia absoluta de otros o de todo ser, tenemos una sensación de vacío o inexistencia conocida como la nada. Existen muchas interpretaciones de la nada entre los filósofos, la ciencia o la psicologia, pero solo una es experimentada por el propio ser humano, esa que pertenece a uno mismo al descubrir que detrás de todo y después de toda una vida en el mundo en el que vive puede no haber nada después.

Tanto en la ciencia como en la literatura -a través del género ensayo- se han escrito infinidad de palabras intentando dar significado a través de estudios o experiencias de una palabra, que es tan sencilla y simple, pero que tiene un significado brutal y devastador para un ser humano que no es capaz de entender el significado -o lo intenta- a través de las religiones o la ciencia, de lo que puede haber más allá de la muerte.

El guionista y ahora dibujante Juan Díaz Canales (Madrid, 1972) a través del cómic “Como viaja el agua” (Astiberri) -en donde se estrena en solitario como un nuevo autor completo- nos cuenta un argumento gráfico en el que Niceto a sus 83 años tiene muy pocos alicientes para levantarse cada mañana y busca llenar ese vacío producido por la vejez, la ausencia y posiblemente la nada. Junto al pequeño grupo de sus octogenarios amigos, decide ponerle un poco de adrenalina a su rutinaria existencia y busca llenar ese vacío y aburrimiento dedicándose al menudeo y al tráfico de mercancías robadas. Lo que empieza casi como un pasatiempo se torna inesperadamente en tragedia cuando los compañeros de Niceto comienzan a aparecer muertos en extrañas y violentas circunstancias. La desaparición de Niceto enciende todas las alarmas de su familia. Su hijo Román y su nieto Álvaro se lanzarán a una búsqueda desesperada por todo Madrid intentando dar con el abuelo y padre, aunque para ello deberán desentrañar, con la ayuda de la policia, un misterio más allá de su comprensión…

Una historia en la que Díaz Canales nos hace concurrir por algunos parajes de Madrid que sirven para contextualizar una línea gráfica clara y grácil totalmente en blanco y negro, en la que cuida los detalles, haciendo así que el relato recoja los tintes de una novela negra que navega entre el costumbrismo desenfadado y la crítica social envuelta en un pequeño thriller de carácter urbano. A través de la metáfora del viaje del agua. Un viaje constante y sin retorno que emprende ese líquido transparente, incoloro, inodoro e insípido en estado puro, que nos rodea y además ningún ser vivo en este planeta puede vivir sin el, un viaje que es como la vida misma, una vez que te vas no puedes volver. El agua viaja por las ciudades mediante los rios que las bañan o los grifos de las casas uqe la llaman para luego dejarla otra vez ir, y por aquellos otros utensilios creados por el hombre que hacen que desemboque, una vez ha dejado las casas, en los subterfugios de unas ciudades huecas, cruzandóse a través de arterias de alcantarillado que hacen que se diluyan y se vayan de la ciudad los males y desechos generados por cada uno de sus ciudadanos.

Bajo esta estética muy a lo “El tercer hombre” de Orson Welles jugando con los claorscuros  y a través de una mirada realista mediante un viaje generacional de tres miembros de una familia cualquiera. Impregna de un carácter expresionista a la historia gráfica aquí contada, en la que el autor plantea una reflexión que todos tenemos -ya sea de forma interior o compartida con nuestros semejantes- sobre la vida, la vejez, la muerte, de todo aquello que se acaba y que ha tocado a su fin y no sabemos si de verdad estamos totalmente preparados para poder afrontar ese nuevo horizonte (como por ejemplo el día de la jubilación) y sobre todo después de todo ¿qué? ¿la nada?

Ha sido una grata sorpresa este cómic tanto por el guión como por el dibujo, por parte de Juan Díaz Canales conocido ya de sobra en el mundo del cómic nacional junto a Juanjo Guarnido, por el proyecto común que ha sido un fulgurante éxito: Blacksad (Norma), por el que recibieron el Premio Nacional del Cómic de 2014. Su actividad profesional además se reparte entre su faceta de dibujante de preproducción para series de televisión y largometrajes de animación, y la de guionista de cómic, que incluye también el tomo Los Patricios, con Gabor (Dibbuks, 2010), Fraternity, con José Luis Munuera (Astiberri, 2011), además de firmar junto a Rubén Pellejero Bajo el sol de medianoche (Norma, 2015), donde da vida a las nuevas aventuras de Corto Maltés.

“Como viaja el agua” // Juan Díaz Canales // Astiberri // 2016 // 14 euros

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