ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Espejo de navegantes Expertos en arqueología naval

Monteiro: «Excavar científicamente un pecio ibérico de época moderna les robaría el viento a los cazatesoros»

Monteiro: «Excavar científicamente un pecio ibérico de época moderna les robaría el viento a los cazatesoros»
Jesús García Calero el

Alexandre Monteiro, arqueólogo subacuático portugués, es estos días el anfitrión de un encuentro muy especial que tiene lugar en la localidad de Esposende, junto a Oporto. Allí se han reunido arqueólogos, historiadores y dendrocronólogos de varios países para tomar muestras y estudiar los restos de madera de un barco del siglo XVI, uno más de los pecios que ayudarán al gran proyecto ForSeaDiscovery, financiado con fondos europeos, del que ya hemos hablado. En la entrevista da un repaso a la situación actual de la disciplina, tras décadas de abandono de los pecios ibéricos de época moderna, víctimas de los cazatesoros.

Alexandre Monteiro, en Setúbal

Estar en uno de los proyectos más ambiciosos de la arqueología actual, como es el estudio de la madera de los buques de la época moderna, la era de los descubrimientos, de cuyo análisis aprenderemos por fin cómo fue posible para Portugal y España poner las bases de la primera globalización, no ha impedido que durante los últimos años haya sido el objetivo de una de las más poderosas empresas de cazatesoros. Pocos arqueólogos en España y Portugal se han implicado como Alexandre Monteiro en denunciar las fechorías de estas empresas. Arqueonautas empleó todos sus recursos legales contra este profesor invitado e investigador de los Institutos de História Contemporánea y de Arqueología y Paleociencias  de la Universidad Nova de Lisboa. Trataron de amedrentarle con una demanda de 50.000 euros, de amordazar sus críticas con la amenaza de dos años de cárcel, porque había descalificado la actuación de dicha empresa sobre pecios de Cabo Verde, cuyas piezas maestras acabaron subastándose en lugar de recibir un completo estudio arqueológico. Pero Monteiro derrotó a la todopoderosa, y sin embargo vulnerable corporación, en todas las instancias de los tribunales.

Con Monteiro el blog Espejo de Navegantes quiere abrir una serie de conversaciones con la nueva generación de arqueólogos que esta llamada a cambiar de una vez por todas el abandono que han sufrido las viejas naves que sirvieron para conocer el mundo y sostener los imperios ibéricos, puesto que ni Portugal ni España han sentido hasta ahora el deber o la necesidad de reivindicar esa historia, la mejor historia que queda por contar. Aquellas “naves espaciales” agrandaron el mundo conocido y gracias al esfuerzo de Monteiro y a los nuevos arqueólogos de España y Portugal, van a ser estudiadas por fin como merecen. Algo está cambiando y sin duda eso tiene que ver con la llegada de una nueva visión de las cosas. Por cierto que Monteiro también ha tenido algo que ver con el hecho de que Portugal permitiera al buque del Instituto Español de Oceanografía, Ángeles Alvariño, acuda a inspeccionar el yacimiento de la Mercedes, expoliado por Odyssey. 

El Ángeles Alvariño acudirá la semana que viene a inspeccionar el yacimiento de la fragata Mercedes, expoliado por Odyssey

 

«AL FIN SE HACE ALGO Y RESULTA ALENTADOR»

-¿Qué siente un arqueólogo portugués al saber que España, por fin (8 años después), acude a inspeccionar cómo quedó el yacimiento de la Mercedes?

-Siento que España tiene una política de gestión de su Patrimonio Cultural Sumergido (PCS) y que no duda en emplear buques del Estado y realizar ese esfuerzo por mucho que cueste con el fin de asegurar su soberanía sobre el patrimonio. Uno podría decir que han tardado demasiado -y es cierto- pero al fin algo se está haciendo y resulta alentador ver a España emprendiendo esfuerzos internacionalmente contra la depredación de los yacimientos arqueológicos sumergidos ibéricos.

-¿Cree que Portugal y España están en la misma lucha contra los cazatesoros, al compartir mucho patrimonio repartido por todo el mundo y un pasado común en la era de la exploración?

Sí creo que, como países, compartimos nuestro PCS. Compartimos el mismo contexto náutico, tuvimos navegantes que iban y venían, intercambiándose en nuestros barcos, nuestras rutas y territorios. Tuvimos las mismas flotas y batallas y, algunas veces, dudo si podemos hacer una verdadera distinción, en época moderna, entre qué era portugués y qué era castellano, vasco, o catalán. Y afrontamos los mismos desafíos en lo que a nuestro común patrimonio respecta.

Pero aquí se acaban los parecidos. España está mucho más avanzada en lo que al PCS respecta. El trabajo realizado por los centros regionales, sobre todo el catalán CASC, y la experiencia adquirida en la investigación de yacimientos que han sido hallados, excavados, publicados y divulgados en España. Por ejemplo Bou Ferrer, Bajo de la Campana, Mazarrón, pero también los siete pecios de Cala Culip, el de Les Sorres X, el poblado neolítico de la Draga, el griego de la Cala Sant Vicenç, los de Roses y Empordá, el romano de Cap del Vol, el pecio de Matagrana… casi nada, claro, de la época moderna

También hay diferencia en la posición política de España sobre el PCS afectado por los cazatesoros. Mientras España defiende su soberanía activamente -los casos Juno, Galga y Mercedes vienen rápidos a mi mente- Portugal sigue con los brazos cruzados mientras sus navíos históricos están siendo lenta pero continuamente saqueados y destruidos por afán de lucro. Algo que no me sorprende cuando considero que uno de los más recientes ministros de Cultura de Portugal fue manager de una compañía cazatesoros…

-Usted se ha visto llevado a juicio por denunciar las prácticas dañinas de cazatesoros. ¿qué lecciones ha aprendido de su lucha contra ellos?

-En octubre de 2012, presenté una comunicación titulada «El Patrimonio Cultural Subacuático en aguas de Mozambique: propiedad, gestión, amenazas y soluciones» en el International Congress Tropical Knowledge en Mozambique: History, Memory and Science. Una semana antes, en una entrevista de radio con RDP-África, junto al arqueólogo marino mozambiqueño Ricardo Teiseira, de la universidad Eduardo Mondlane. En aquella ocasión ambos abordamos cómo durante los últimos 12 años el PCS de Mozambique ha sido destruido y subastado por Arqueonautas Worldwide -una compañía cazatesoros alemana-portuguesa que ha operado en ese país a través de un consorcio con la compañía Património Internacional, controlada por el Estado.

Arqueonautas decidió que tanto mi entrevista como mi comunicación «realizaban una serie de acusaciones graves y alegaciones contra el trabajo arqueológico llevado a cabo por Arqueonautas» y constituía un «ataque difamatorio y perverso».

Como en los años 90 yo mismo había frustrado sus esfuerzos para ejercer la caza de tesoros en Azores -tras denunciar que su «experto» contratado, John Grattan, era alguien que había estado detenido por la Policía en 1972 como consecuencia de un tiroteo contra el equipo rival de Sidney Wignall- ellos añadieron que mis declaraciones de 2012 formaban una cadena de «continuas declaraciones ofensivas sobre Arqueonautas desde 1996».

Así que comenzaron a interponer demandas por difamación contra mí. Eventualmente todas se han aclarado a mi favor tras dos años de pelea judicial, una sentencia de un tribunal que ha sido ratificada en una instancia superior de apelación.

 

«VIENEN A HACER DINERO»

¿Y qué aprendí? Lo primero, he aprendido que no podemos ser ingenuos: esta gente viene a hacer dinero, tratan con las altas finanzas diariamente y poseen equipos de abogados dispuestos a amordazar a cualquiera que haya dicho la verdad sobre lo que realmente hacen. Por ello el Pleito estratégico contra la participación pública es solo una herramienta que suelen usar. La amenaza de dos años de prisión y 50.000 euros de indemnización por supuestos daños es algo muy efectivo para prevenir que los arqueólogos hablen -especialmente cuando en el otro lado tienes una compañía en la que abundan los abogados en lugar de los arqueólogos.

Bob Marx, cazatesoros e inspirador de cambios legales en Portugal, Colombia…

Así que lo que aprendí es que te sentirás muy solo. Después de todo, tienes que probar ante un tribunal, ante un juez -y no ante tus pares científicos- que lo que ellos están haciendo no puede ser considerado arqueología ni ciencia en absoluto. Y que por el hecho de que -a pesar de todos los diálogos y convenciones- no existe un simple inventario público, o un un registro certificado, o lista oficial de compañías cazatesoros. Ese es un instrumento que nos hace falta. Creo firmemente que los consejos asesores de arqueología marítima deberían unir fuerzas con Unesco y académicos respetados en esta especialidad y certificar a los principales actores que trabajan en yacimientos sumergidos como «bona fide», legítimos investigadores científicos o como cazatesoros. Eso habría terminado con la demanda desde el inicio.

Y solo, porque aunque un montón de gente me apoyó en privado, muy pocos quisieron opinar oficialmente alzando la voz. Fui muy afortunado por contar con mis colegas del ICOMOS portugués para realizar un comunicado oficial de apoyo, condenando la caza de tesoros y lo mismo hizo la delegación portuguesa de ICOM (que además reprendió al director del Museu Nacional do Azulejo por defender las acciones de los cazatesoros) y la Asociación Portuguesa de Arqueólogos Profesionales, de la que soy miembro.

Otra lección aprendida es que debemos investigar estas compañías, sus actividades, sus miembros y su historial. En los últimos dos años, con el fin de preparar mi defensa, puedo decir con seguridad que he investigado tan intensamente a Arqueonautas que me he convertido en alguien que los conoce íntimamente. El plagio, las más sombrías operaciones financieras, los mecanismos de posible evasión fiscal, inversores descontentos, lamentables acuerdos gubernamentales -todos los principios de la típica caza del tesoros fueron confirmados y probados una y otra vez.

La arqueóloga Tatiana Villegas durante la misión del STAB de Unesco en Haití

 

UNESCO: «UNA IDEA BRILLANTE»

Como nota al margen, las misiones que el STAB de Unesco ha comenzado a enviar a lugares como Madagascar, Haití o Panamá son una idea brillante. Finalmente, estamos viendo algunos esfuerzos centralizados para valorar, validar y controlar la calidad científica de muchas de las intervenciones y anuncios que se hacen por ahí, principalmente en países donde la comunidad arqueológica marítima es frágil y el potencial y la cantidad del PCS es abrumador. Pienso en Madagascar, Vietnam, Indonesia, Filipinas, Brasil, Mozambique, Colombia, Panamá… todos países en los que el lobby de los cazatesoros ha sabido vender sus espejismos en el pasado o aún lo hace en el presente, y donde esas compañías evolucionan como camaleones, tratando de aparecer cada vez más como legítimas instituciones de arqueología (y en otra nota al margen, me gustaría reseñar que esta adaptación del cazatesoros es una evidencia más sobre cómo la Convención de Unesco 2001 es un éxito y cómo lenta pero seguramente, los cazatesoros están siendo vistos como algo reprochable y no con la imagen glamurosa y como una actividad excitante).

 

 

«GENTE PELIGROSA»

-Pensamos que es una lacra solo norteamericana pero, ¿qué nos dice de los cazatesoros europeos (pienso en el Douro y pero también en Arqueonautas)? ¿Hay más casos relevantes?

Oh, sí. Está Robert Sténuit, epítome de la vieja escuela de caza de tesoros europea y al que yo considero el único que sabe hacerlo de verdad -a su mala manera, por supuesto, pero investiga y suele publicar cosas. Ahora, creo que sigue activo pero ha decidido no anunciar sus actividades, del modo en que hacía con los pecios del Vigo o el Porto Santo.

En la otra cara de la moneda tenemos a gente realmente peligrosa, los que tienen pericia, herramientas y no necesita publicitar sus operaciones porque no cotizan en bolsa -como el reciente ejemplo del Ciudad de El Cairo. Suelen estar conectados con el negocio de investigación en alta profundidad y buceo y han trabajado con grandes compañías como Comex, Robert Fraser Marine, etc. No realizan necesariamente trabajos ilegales, pero son una amenaza palpable para el PCS.

La tabaquera de un marino español y unas monedas en el pecio de la Mercedes

-¿Por qué la UE no hace nada cuando en otros ámbitos (no bajo el mar) protege tanto la cultura y el patrimonio?

Me invitaron a hablar en 2008 en un encuentro titulado “Naufragios de Buques Españoles y Portugueses en el Archipiélago de las Azores”. Estaba organizado conjuntamente por la Academia de Marina portuguesa y la fundación española para el Fomento de la Cultura y ciencias del Mar. Su fin era explorar maneras de estudiar y proteger el patrimonio ibérico  sumergido de las Azores. Allí conocí a Mariano Aznar, que estaba entre los ponentes, y al que le hice la misma pregunta. Y nunca olvidaré su respuesta, que he tratado de acatar hasta hoy: «La protección del PCS debería ser un movimiento de abajo arriba, es decir, debería ser la sociedad y la academia los que asesoren, presionen y hagan lobby ante los gobiernos para que las políticas devengan en acción. Y no en el otro sentido. Después de todo, ¿quién entiende mejor los problemas que están en juego?  ¿Un arqueólogo marítimo o el ministro de Cultura?

Así que si la UE no está actuando, entonces digo que eso es fracaso nuestro.

-¿Cree que los Gobierno de Portugal, España, Francia, Holanda y Gran Bretaña podrían llegar a acuerdos como potencias navales históricas y promover una carta europea de protección al patrimonio subacuático?

Lo creo. Aunque tal vez no los Gobiernos al principio. Pero sí una amplia red de académicos, investigadores e instituciones podrían empezar a hacerlo. Muchos proyectos europeos han puesto a trabajar juntos a algunos de los interesados y en algunas reuniones internacionales como IKUWA o ISBSA están permitiendo que la red arraigue. Entonces, otra vez, no hay nada más europeo que la navegación. Los barcos fueron construidos en todos los lugares de Europa, navegaron y a veces se perdieron en todos los mares, y ayudaron a desarrollar el comercio y a extender las ideologías, la religión y las idiosincrasias culturales.

 

«NECESITAMOS QUE CAMBIEN MENTALIDADES»

Pero para que todo esto ocurra necesitamos que cambien algunas mentalidades. Todavía creo que hallar un barco de la era de los descubrimientos, con tesoro, y excavarlo adecuadamente, publicarlo y divulgarlo, vía museos y también por publicaciones tanto científicas como generales les robaría el viento a los cazatesoros si pudiésemos mostrar al mundo que hay una manera alternativa, una forma adecuada, de hacer arqueología en esos barcos. Después de todo, ni un solo arqueólogo ha excavado nunca un barco con tesoro, siempre hemos llegado tarde a los pecios que ya habían sido saqueados por los cazatesoros.

Todavía no entiendo por qué Portugal y España no han orientado sus equipos institucionales para buscar ese tipo de barcos, vista la capacidad que tienen para condicionar el imaginario del público mundial. Magallanes, Vasco de Gama, Colón… nombres, nada más que nombres. Pero, ¿dónde están sus barcos? ¿Por qué no pueden los Estados, o nuestras universidades poner en pie un proyecto conjunto y buscar y hallar y publicar un barco de aquella época? ¿Por qué tenemos que dejar que lo haga gente como Goddio, Clifford o Mearns?

 

«EL ARQUEÓLOGO ESPAÑOL NO QUERÍA BARCOS CON TESORO»

Yo investigué un galeón español hundido en 1589 en una playa portuguesa a solo 10 metros de profundidad, en un lecho de arena. Tengo los documentos archivísticos, puedo recorrer su existencia desde que fue botado hasta el naufragio, conozco lo que se recuperó y lo que no pudo extraerse, quién murió y quién sobrevivió. Sé que ahí, bajo dos metros de arena hay 22 toneladas de plata y oro -pero también todo lo que portaba un galeón: cerámicas, cañones, piedra de lastre, ajuares personales, cargamento, restos humanos, objetos arqueológicos, materiales con los que se puede hacer que la historia vuelva a la vida. Pero, de nuevo, las mentalidades. Cuando presenté este proyecto en 2011, en el encuentro de Unesco en Bruselas y en el IKUWA celebrado en Croacia, el arqueólogo español no estaba interesado. Dijo que no le interesaban los barcos con tesoro. Lo que tiene sentido. Después de todo, España tiene pecios griegos, fenicios y romanos… Y el Triunfante, un barco napoleónico en la bahía de Rosas. Mientras tanto, el pecio de 1596 de Galicia está siendo devorado por el mar y, en Portugal, el Gobierno de Azores deja que casi medio barco ibérico de finales del XVI sea destruido por pura incompetencia.

-¿Le gustaría ir en el barco de inspección al yacimiento de la Mercedes? ¿Sabe si habrá colaboración portuguesa en esta misión?

Tengo que subrayar que el único papel que he desempeñado en esto fue que, como arqueólogo marítimo, fue consultado oficialmente por la Comisión intersectorial oceanográfica de Portugal, que debe permitir misiones de investigación en la zona de influencia económica portuguesa, para expresar mi opinión sobre esta misión. Mi opinión, por supuesto, fue favorable a que se otorgase la autorización, en la medida en que Portugal y España, siendo ambos firmantes de la Convención Unesco, deberían cooperar en todos estos casos.

Dicho lo cual, me hubiera encantado estar en el barco y ayudar a que la ciencia alcance ese yacimiento que tanto significado tiene, en términos históricos o en lo que significa para la protección del patrimonio común.

-¿No es curioso que los supervivientes dijeran que estaban a 7 leguas (poco más 20 millas) al comenzar la batalla del Cabo de Santa María y luego navegaron de bolina hacia tierra 2 horas más antes del combate, y el pecio apareciera a 30 millas?

Bien, yo no podría dar un dictamen al respecto porque no he estudiado el caso en profundidad, pero desde una perspectiva general, como arqueólogos marítimos, tenemos que pensar y operar más como los cazatesoros sobre el terreno, gente como Odyssey y Deep Ocean Search. Y no es muy difícil, porque solemos tener mejores resultados de investigación. Mire si no el trabajo final del historiador Serrano Mangas sobre el posicionamiento del Nuestra Señora del Juncal. Uno solo necesita seguirlo y probar o refutar su teoría.

 

«MI MAPA SECRETO»

Deberíamos usar software como Microdem, aplicar teoría de búsqueda bayesiana, para utilizar modelos de re-navegación, modelos que computen el diseño del barco, vientos y corrientes, para calcular la deriva y los posibles lugares de hundimiento.

Por supuesto, a veces una aproximación menos tecnificada puede ser mejor -yo tengo, bajo llave, en casa, dos mapas, que fueron dibujados por un patrón de un arrastrero de profundidad, con treinta años de experiencia en desplegar sus redes sobre el fondo del mar desde el Algarve y Alentejo, desde el Cabo de Santa María al Cabo de San Vicente y Cabo Espichel. En esos mapas hay docenas de sitios, a unos 150, 200 y 300 metros, en los que las redes tropezaron con cañones, tinajas, ánforas… Uno solo tiene que ir allí con un ROV y comprobar qué hay.

Monteiro en una expedición en 2013

-El NAS acaba de hacer un simposio sobre arqueología costera de la Era Moderna. Y llama la atención la ausencia de arqueólogos españoles, aunque sí hay portugueses y del resto de las potencias históricas ¿A cree que se debe la falta de proyectos, interés que ha habido en España durante décadas por esta época tan importante de nuestro patrimonio, que solo ahora empieza a cambiar (aunque todavía insuficientemente)? ¿No cree que en España alguien debía de pensar en este hecho, esta desaparición en los foros más importantes de la arqueología española?

Bien, no puedo hablar en lugar de los arqueólogos españoles. Pero, partiendo de una situación similar, podría decir que la crisis que ahora estamos comenzando a superar en nuestras dos naciones ha causado durante seis años un montón de daños. El patrimonio, entendido como una necesidad «no esencial» en ese contexto, fue una de las primeras víctimas. Por ejemplo, Portugal pasó de tener diez arqueólogos marinos en su centro gubernamental en 2000 a solo 1 en 2014. Y ninguno este años de 2015.

Los recortes, agravados por el poco interés que siempre ha despertado la época moderna, pueden explicar por qué no hay estrategia de internacionalización u una presencia más significativa de arqueólogos ibéricos en las reuniones internacionales. Es un grave error, en mi opinión, porque los barcos romanos, griegos y fenicios pueden hallarse en toda Europa. Pero trabajar en archivos ibéricos y entender los restos de origen ibérico que llevaban los barcos ibéricos y se perdieron en un contexto histórico ibérico, eso solo lo podemos hacer los ibéricos. Por el momento.

Otros temas
Jesús García Calero el

Entradas más recientes