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El Triunfante revela por fin su historia

El Triunfante revela por fin su historia
Jesús García Calero el

“Reunidos en la cámara con el general, los oficiales acordaron que nada quedaba que hacer para salvar el buque, y que siendo cuestión de la seguridad de su gente, nada más oportuno parecía que arribar en busca de un paraje limpio en que embarrancar. Así se hizo, con la buena fortuna de embestir y picar los palos sin desgracia personal, quedando el Triunfante entre San Pedro Pescador y la Escala. La tripulación, con 150 hombres de tropa de trasporte que tenía el navío, desembarcaron en jangadas con toda felicidad, y pasado el tiempo, con el auxilio de los demás navíos se salvaron casi todos los pertrechos del Triunfante.” (Extraído de Naufragios de la Armada española, de Cesáreo Fernández Duro)

 

Trailer documental “El Triunfante” CAST from Inbluefilms on Vimeo.

 

Esta es la historia de un navío de línea español de 74 cañones, el Triunfante, que naufragó en la bahía de Rosas (Gerona) el 5 de enero de 1795 en medio de una pavorosa tempestad. Ha sido el primer buque del siglo XVIII que ha protagonizado en España una excavación arqueológica, de 2008 a 2010, y también un documental: la publicación científica y el filme aparecerán dentro de pocos meses.

«Estamos muy contentos», declara a ABC Gustau Vivar, director del Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña (CASC), «porque así pondremos a disposición del público general tanto el resultado de nuestro trabajo como las conclusiones históricas a las que hemos llegado».

El Triunfante participaba en la guerra contra la República Francesa, que por entonces vivía los últimos coletazos del Terror. El navío estaba fondeado con cuatro anclas junto al resto de la flota, pero se le partieron los cables, tal y como relata el libro de Fernández Duro. Viento y oleaje lo arrastraban, así que, después de realizar maniobras infructuosas para evitar su pérdida, su capitán Juan Vicente Yánez decidió embarrancar el barco en una playa para poder salvar a la tripulación. Y lo hizo, frente a Rosas, bajo cuyas transparentes aguas ha estado más de 200 años. Todos se salvaron tras el naufragio de 1795 y ya entonces se pudo recuperar casi toda la artillería y la carga.

La parte triste de esta historia emerge en la década de los años setenta del pasado siglo. El pecio del Triunfante se convirtió en un paradigma de muy diversos expolios, debido a su poca profundidad y a la cercanía de la playa. Hay que incluir una excavación de la Armada llevada a cabo en 1974, con el navío Poseidón, pero que desgraciadamente se hizo sin los necesarios cuidados arqueológicos. Eran otros tiempos, desde luego, y hoy no sería posible algo así. De aquella intervención aún se conservan restos del forro de cobre en el Museo Naval.

Volvamos al presente. Lo que se ha investigado desde el CASC son los restos que quedaron bajo el agua, a 10 metros de profundidad. Y ha quedado menos de lo que hubiera sido deseable. «De los 74 cañones solo queda uno, pero está la quilla completa de aquel enorme barco de 50 metros de eslora, y la sobrequilla, y el dormido, toda la obra viva, que es como llamamos a la parte del barco que va bajo el agua, por debajo de la línea de flotación», añade. Gustau Vivar.

El triunfo de la ciencia

La importancia de una completa excavación científica queda patente gracias al CASC, porque la excavación ha dado frutos muy notables, entre ellos el primer conocimiento exacto de la construcción «a la inglesa» que Jorge Juan, el gran marino y científico español del XVIII, introdujo después de una misión de espionaje verdaderamente trepidante en Londres.

Los trabajos del CASC se llevaron a cabo entre 2008 y 2010

El importante proyecto que ahora está a punto de publicar sus frutos ha estado basado en la cooperación de un equipo codirigido por Gustau Vivar, junto a Marcel Pujol, historiador de arquitectura naval, y Pablo de la Fuente, que indagó la figura y los trabajos de Jorge Juan.

Vivar también pone como apoyo muy relevante el trabajo previo de su antecesor en el centro catalán, Xavier Nieto, que luego fue director del Arqua hasta el pasado año. Además, él procuró la incorporación de Martín González Damonte, el director del documental que ha realizado Inblue Films.

Según relata este último, la productora tenía pensado realizar un largometraje sobre Jorge Juan, de hecho ya tenía preparado el guion, pero no encontraba la suficiente financiación. «Tuvimos mala suerte de intentarlo en el peor momento del cine español», afirma Martín González. Entonces el proyecto Jorge Juan y el documental sobre la excavación del Triunfante, el barco que se construyó según el diseño del gran marino, se fusionaron de una manera natural. El cineasta se entusiasmó sin límite: «No era trabajo, parecía un hobby, aprendí arqueología desde el objetivo, sobrevolando lo que hacían. Además hice grandes amigos».

Descubrimientos importantes

El descubrimiento más importante que han podido documentar los arqueólogos es que Jorge Juan no se limitó a copiar la construcción naval inglesa, sino que, como se esperaría del gran científico que fue, supo hibridar los sistemas de construcción inglés y franco-español. «Cogió lo mejor de cada uno», explica Vivar.

El arqueólogo no acepta la comparación de Jorge Juan con James Bond, porque «era un ilustrado y espiaba como tal. Su tapadera en Londres era una librería», asevera.

Luego, cuando el Marqués de la Ensenada, protector de Jorge Juan, cayó en desgracia, también lo haría ese sistema de construcción tan sabia como bravamente conseguido. El “sistema Jorge Juan” se retiró. «En Ferrol, constructores como Rooth se quejaban de cómo se aplicaba el modelo”. Rooth se encontraba entre los cualificados artesanos que Jorge Juan se trajo de Londres subrepticiamente, y se quejaba de que los obreros de los astilleros españoles no estaban acostumbrados a montar con ese sistema las piezas. Sobre todo a emplear en lugar de clavos de hierro o pernos de bronce las cavillas de madera que ahora han aparecido en el pecio, según cuenta Gustau Vivar.

De hecho por ese motivo y otros parecidos, la implantación del sistema no tuvo el éxito esperado y aquellos navíos acabaron teniendo problemas porque la fabricación no estaba en manos de personal suficientemente especializado. Problemas de arrufo y quebranto: curvaturas en las cubiertas… Pero lo cierto es que la construcción naval con Ensenada y Jorge Juan vivió el último momento dorado. Jorge Juan se había hecho consciente al volver de Quito de que sin una flota potente España acabaría perdiendo sus dominios americanos (y sin mejorar la administración, según indica en su informe secreto). Después de Trafalgar, momento en el que desemboca esta época, España daría la espalda al mar, con las consecuencias que todos recordamos.

Por eso excavar este pecio ha sido tan interesante y seguir con investigaciones en barcos de época moderna es tan importante. Gustau Vivar afirma sobre esta experiencia que aquel “fue el último momento en que España trató de construir una flota potente. Investigar el Triunfante ha sido bonito porque está en ese punto de inflexión». No obstante el arqueólogo, verdaderamente apasionado con su profesión, admite que la arqueología subacuática permite abrir investigaciones en todas las épocas. “Al público interesado en las novelas de Patrick O’Brian les encantará este tipo de grandes barcos. Pero la Península Ibérica es interesante desde época clásica y medieval. Y desde antes, como demuestra nuesto yacimiento en Banyolas. O el pecio de Deltebre, que es interesantísimo, un yacimiento muy importante por la forma de construcción que hemos hallado”. De hecho ahora se está trabajando allí, junto a la desembocadura del Ebro.

El Triunfante ya ha sido excavado y, además de la publicación científica que saldrá este otoño, y del documental, entre sus restos se han hallado piezas como coderas, un fusil, culatas varias, balas, zapatos... Todo ello ha permitido leer buena parte de la historia que guardaba, a pesar de estar expoliado.

Parece nuestro sino. El Juno y la Galga, la Mercedes, el Triunfante… Seguimos soñando con el día en el que los arqueólogos lleguen antes que los expoliadores. El día que la ciencia hable primero en la arqueología subacuática española. El día en el que salga así, triunfante.

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