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Blogs El talón de América por Carmen de Carlos

El Plan B llego hasta el pozo de los mineros chilenos

Carmen de Carlos el

Aunque falta el rescate y éste, oficialmente, no será antes de cuatro semanas, lo lograron. La perforadora del Plan B, el que lleva mejor marca de tiempo, hizo contacto con los mineros. Los 33 la oyeron, la vieron y la tocaron. “Estallamos de alegría cuando nos confirmaron que veían la punta de la broca”, cuenta Igor Proestakis, experto en “herramientas de aire”, es decir, taladros gigantescos o como dice él, “martillos impulsados por aire comprimido”.

Igor forma parte del grupo que estuvo “sin dormir”, siguiendo paso a paso, el proceso que, todavía, no permitirá subir a tierra firme a los rehenes de la mina. Le acompañan Richard Soppe y Brandon Fisher, dos estadounidenses de Center Rock, una empresa norteamericana especializada en perforaciones. Ambos son veteranos en esto de atravesar las profundidades de la tierra pero, confiesan, “nunca hemos sentido una emoción tan grande como hoy”.

Los 33 mineros han colaborado con ellos, les indicaban la proximidad de la máquina por los sonidos, retiraban residuos y seguían sin rechistar todas las indicaciones que les daban desde la superficie. Su vida la hacen a 688 metros bajo el nivel de la superficie pero, como la mina tiene forma espiral, pueden tener acceso a otros pisos superiores como es el del taller, a 630 metros, donde tomaron contacto esta mañana con la excavadora Schramm T-130, la estrella de la jornada.

Soppe no se cansa de repetir lo mismo pero entienda la ansiedad de la gente: “Es difícil precisar fechas de rescate. Las condiciones de las rocas son imprevisibles. Las vamos descubriendo poco a poco, a medida que avanzamos y en ésta fase era muy, muy compacta. No logramos fracturarla con facilidad“. Brandon Fisher recuerda: “Los últimos metros perdíamos la comunicación con ellos. El ruido del martillo nos complicó el contacto pero cuando nos confirmaron que habíamos llegado nos emocionamos”. Como anécdota, contó que uno de los mineros, “perdió dos botones que había apostado a que hoy no llegábamos“. Igor asegura que los mineros gritaron: “!Estamos viendo el martillo, vemos el bid!”. “El bid, me explica, es una especie de broca o cabezal del taladro”.

Andre Sougarret, portavoz de los rescatistas, habla y confirma en otro punto del campamento: Los mineros grabaron que habían hecho contacto. Acto seguido, se animó a anticipar una fecha de fin del rescate: un mes o mes y medio. Lo que falta es agrandar el diámetro de la chimenea o túnel abierto, “encamisarlo”, es decir, forrarlo hasta el final del pozo. Así, se podrá instalar la cápsula a modo de ascensor, que subirá, cuando menos lo esperemos, a los 33 mineros hacia la libertad.

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